"Obi, Oblak, cada día te quiero más...", cantaba la grada del Vicente Calderón allá por el minuto 67. Lo hacía después de una demostración del esloveno bajo palos de esas que hay que ver repetidas. Tres ocasiones, tres remates a bocajarro sacó el meta del Atlético de Madrid para evitar que el Bayer Leverkusen se metiera en la eliminatoria. Y a cuál mejor.
La jugada clave sucedió mediada la segunda mitad. La eliminatoria estaba prácticamente sentenciada y el Atleti, Giménez en concreto, se relajaba en exceso. El uruguayo perdió un balón como último hombre ante Brandt, que se plantó sólo delante del esloveno. El meta del Atlético ganó en el mano a mano y sacó el balón entre el pecho y el hombro derecho.
El rechace cayó en los pies de Volland, uno de los más incisivos toda la noche. El alemán remató a portería y se encontró, de la nada, con una gran reacción de Oblak desde el suelo, que volvió a evitar el gol despejando el balón.
Ese tercer rechace fue a parar de nuevo a Volland y Oblak, de forma casi inverosímil, sacó una mano milagrosa nuevamente. En apenas cinco segundos, tres paradas de enorme mérito. Chicharito recogió el cuarto rechace y envió su disparo definitivamente fuera.
Oblak volvió a aparecer después veces más ante los disparos de Bellarabi, Kampl y Bailey. El esloveno, en una segunda parte que pudo ser menos intrascendente de lo que finalmente fue, termina de recuperar la confianza y su mejor versión una vez superada su lesión. El Calderón le ovacionó, y con razón.
¡Triple paradón de Oblak para evitar el gol del @bayer04_es! ATM 0-0 LEV#beINChampions pic.twitter.com/hbsHY1KEXX
— beIN SPORTS ESPAÑA (@beINSPORTSes) 15 de marzo de 2017