El Atlético de Madrid, que empató este miércoles contra el Elche (1-1) en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey después de haber dispuesto de varias ocasiones de marcar claras, vive su peor arranque de curso en goles y victorias en la etapa de Diego Pablo Simeone como entrenador.
El duelo de ayer en el estadio Martínez Valero contra el Elche, un equipo de Segunda División B, mostró a un Atlético que tuvo opciones de distanciarse claramente en el encuentro con remates de Fernando Torres y los argentinos Luciano Vietto -que tuvo dos jugadas contra el portero ilicitano Vallejo, una al poste y otra fuera- y Nico Gaitán.
Fue el ghanés Thomas Partey, que lleva dos goles esta temporada, el que consiguió anotar un tanto para el conjunto rojiblanco con un remate de cabeza picado a centro del albanés Keidi Bare; pero el equipo terminó echando de menos esas ocasiones marradas cuando el delantero local Lolo Plá convirtió en gol el penalti cometido sobre él por el defensor francés Lucas Hernández.
El primero en mostrar esa falta de efectividad fue el centrocampista rojiblanco Saúl Ñíguez, que resaltó nada más terminar el partido que tuvieron ocasiones pero que al no concretarlas se vieron abocados a sufrir en el partido. "Lo de siempre, está faltando esa efectividad de cara a gol que da la tranquilidad en los partidos. No llegamos a hacer los goles y al final sufrimos", apuntó el jugador ilicitano.
En un momento especial para el internacional español, que regresaba a su ciudad, Saúl reconoció que pese a ser un día "muy emotivo" no se podía ir contento por "la imagen del equipo". "Creo que tenemos que dar más, que ser autocríticos", manifestó Saúl.
Su entrenador, Diego Pablo Simeone, reconoció que no estuvieron "finos de cara a portería", aunque resaltó que las sensaciones fueron "buenas" y valoró que se generaron ocasiones, aunque estas no terminaran en goles para ganar el encuentro. "Cuando las tienes siempre puedes ganar. Hay que seguir trabajando y seguir insistiendo porque el gol es lo más importante de este juego", explicó Simeone, que espera que "la paciencia" haga que "aparezca la confianza" en sus delanteros.
Lo cierto es que el arranque del Atlético esta temporada es el menos goleador de las seis campañas que ha comenzado con Simeone en el banquillo: 16 goles en 13 partidos, algo más de un tanto por encuentro (1,23 goles de media).
Comparando con los anteriores inicios de curso rojiblancos, incluyendo las nueve primeras jornadas de LaLiga Santander, las tres iniciales en la Liga de Campeones, y el primer partido de la Copa del Rey (o el décimo de LaLiga Santander en aquellas temporadas en las que no comenzó tan pronto el torneo copero), las cifras goleadoras son sensiblemente inferiores.
El curso pasado, con 13 partidos disputados el Atlético acumulaba 28 goles (2,15 goles por encuentro); en la temporada 2015-16 eran 22 (1,69 de media por partido); 27 en la 2014-15 (2,07); 32 en la 2013-14 (2,46) y 31 en la 2012-13 (2,38 goles por encuentro, disputando la Liga Europa en lugar de la Liga de Campeones).
La falta de goles tiene su impacto en los resultados, ya que es la temporada con menos victorias en un arranque de Simeone en el Atlético -cinco triunfos de trece encuentros- y con más empates (siete), con solo una derrota ante el Chelsea inglés en la Liga de Campeones. La temporada pasada, a estas alturas, el Atlético llevaba diez triunfos y tres empates; ocho victorias en la 2015-16, nueve en la 2014-15 y doce partidos ganados de trece en las dos temporadas anteriores, la del triunfo en la Liga (2013-14, con una derrota) y la de la primera Copa del Rey (2012-13, con un empate)
Unos números que por el momento no lastran al Atlético en LaLiga Santander (es cuarto a seis puntos del líder, el Barcelona) ni en la Copa del Rey, en la que puede resolver la eliminatoria en el Wanda Metropolitano. No obstante, la falta de gol sí pasa factura al Atlético en la Liga de Campeones, en la que está en una situación más comprometida, que podría solucionar ganando sus dos próximos partidos en casa contra el Qarabag de Azerbaiyán y el Roma italiano, y clasificarse a octavos si el Roma pierde con el Chelsea.