Los 91 días perfectos de Griezmann y Lucas
Si a Griezmann le dicen a principio de enero que iba a levantar tres títulos en poco menos de tres meses, probablemente no se lo hubiera creído. Si a Lucas Hernández que además de alzarse con tres títulos, lo hará siendo titular en cada una de las tres finales, probablemente el propio central se hubiera echado unas carjadas. Pero es 16 de agosto y los dos jugadores del Atlético de Madrid pueden presumir de ello: llevan tres meses de ensueño.
Concretamente, 91 días que comenzaron allá por el mes de mayo. Tras una eliminatoria fatídica ante el Arsenal, el Atlético de Madrid conseguía alcanzar la final de la Europa League. En Lyon se ensalzó la figura de Griezmann, con un partido para el recuerdo y un doblete que coronó al equipo rojiblanco. También fue titular Lucas Hernández, poniendo el broche de oro a una temporada en la que tuvo que ocupar la siempre difícil posición de Filipe Luis. El brasileño venía de una lesión y el francés fue titular en aquella primera final. Pero lo mejor estaba por venir.
Porque el Mundial de Griezmann y Lucas Hernández también fue para el recuerdo. Hace justo un mes, el 15 de julio, alcanzaban el olimpo deportivo tras alzarse con la Copa del Mundo, el más preciado de los trofeos. Con un papel determinante de Griezmann, de menos a más. Con un Lucas Hernández fijo en el costado izquierdo, casi reconvertido de forma definitiva. Por allí también andaba Thomas Lemar, cuyo fichaje fue anunciado antes de que comenzara la competición.
Los dos primeros apenas tuvieron tres semanas de vacaciones y apenas ocho días de pretemporada antes de llegar a Tallin. No estaba claro que fueran a ser titulares, pero Simeone sabía que su estado de euforia podría ser determinante. Griezmann no estuvo en su mejor versión y fue sustituido, Lucas completó otros 120 minutos cumpliendo en defensa y prodigándose poco en ataque. Tras el partido, posaron junto a Lemar con la Supercopa de Europa. Lemar tenía claro que para llegar en forma a este partido, debía convencer a Simeone a base de trabajo. Y lo hizo. Tres franceses eufóricos y dos jugadores que han vivido 91 días de ensueño.