La actuación de Gil Manzano en el empate entre el Valencia y el Atlético de Madrid no dejó satisfecho al cuadro colchonero. El colegiado ya tuvo un par de acciones en la primera mitad que provocaron revuelo entre los aficionados atléticos, pero la más determinante llegó en el segundo tiempo.
Tras el paso por vestuarios, Diego Costa le ganó la espalda a Garay, que agarró al delantero colchonero en la frontal del área. El colegiado no señaló nada en una acción que parecía bastante clara y que, de haberla señalado, habría supuesto la expulsión del central argentino, que ya había visto la amarilla en el primer tiempo.
No fue la única acción polémica, ya que en el tramo inicial del encuentro el linier levantó en dos ocasiones la bandera en vez de dejar seguir el juego, tal y como indica la nueva norma implantada por el VAR. En ninguno de los dos casos existía el fuera de juego y la segunda acción era especialmente clara, pues Griezmann encaraba portería desde un costado.