Manu Oppenheimer, un niño argentino que perdió las dos piernas y una mano por una infección bacteriana a los 18 meses que fue invitado por el Atlético de Madrid para ver el partido contra el Athletic de Bilbao, le "trajo suerte" al equipo en su agónica victoria por 3-2, según confesó el entrenador Diego Pablo Simeone.
En un vídeo publicado por el club rojiblanco que relata la estancia del joven en la capital de España, invitado por el club tras hacerse viral un vídeo en el que corría con sus dos piernas ortopédicas con la equipación del Atlético, se refleja cómo Simeone le confesó tras el partido que le dio "suerte" al equipo.
"Partidazo te llevaste y aparte nos trajiste suerte", le dijo el entrenador argentino cuando saludó a su joven compatriota tras el encuentro, en el que el Atlético se impuso por 3-2 con un gol en el tiempo añadido del defensor uruguayo Diego Godín, que estaba jugando como delantero por estar lesionado y no haber cambios disponibles.
El origen de esta curiosa historia radica en que el vídeo de Manu Oppenheimer practicando atletismo con sus dos piernas ortopédicas y saltando unas pequeñas vallas con la equipación del Atlético llegó al delantero francés Antoine Griezmann a través de las redes sociales, quien elogió la tenacidad del muchacho y se hizo eco de su ejemplo en su perfil oficial de Twitter.
A partir de entonces, el joven porteño envió un vídeo para su ídolo en el que le declaraba que le encantaba su estilo de tirar penaltis y sus celebraciones de los goles; y otro de Griezmann en respuesta en el que le invitaba a ver un partido del Atlético.
El vídeo publicado hoy por el club madrileño refleja cómo Manu Oppenheimer llegó a Madrid para ver el partido contra el Athletic, con un vuelo desde Buenos Aires sufragado por el Atlético, y recibió un día antes en el hotel la visita de su ídolo, el delantero francés Antoine Griezmann.
"Me ha gustado mucho tu vídeo, hay que seguir así. Eres un ejemplo para todos. Mañana, a ver el partido y luego nos vemos después", le dijo el delantero rojiblanco en esa visita sorpresa un día antes del duelo.
El joven pudo visitar el estadio Wanda Metropolitano, desde la zona de realización de las televisiones, la sala de prensa, los pasillos interiores y el vestuario del equipo madrileño, en el que uno de los puestos para cambiarse contaba con su nombre, como si fuera uno de los jugadores.
Tras saltar al césped horas antes del encuentro, Manu estuvo en el palco de honor, el presidente rojiblanco Enrique Cerezo le entregó una maqueta del estadio y una mochila con los colores del Atlético.
"Con el primer gol de ellos (el Athletic) me quedé como 'ay no'... Y después en los minutos agregados cabecea Godín y mete gol. Todos salieron a festejar y yo grité con todos", explicó el joven argentino en el vídeo, en el que se muestran imágenes del jugador viendo el duelo desde la grada con su familia.
Tras el duelo, pudo saludar a todos los jugadores del Atlético. "Manu, dijiste que iba a marcar yo", le dijo Godín, autor del agónico último tanto de la victoria ante el Athletic.
"Este equipo te apasiona, sentís los partidos en un estadio como este, con tanto respeto para con los jugadores. Ser de este equipo y verlo jugar es muy lindo", finalizó el joven Manu Oppenheimer sobre el césped del coliseo rojiblanco.