El Atlético de Madrid divisa el miércoles a un triunfo, incluso innecesario si el Brujas no gana en Dortmund, una clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones desafiada por el colombiano Radamel Falcao y el Mónaco, un equipo hoy por hoy menor que sólo ha ganado dos de sus últimos 19 choques.
'El Tigre' Falcao es su último obstáculo hacia la siguiente ronda en el Wanda Metropolitano, escenario de un duelo emocional para el atacante y el Atlético. Juntos, entre 2011 y 2013, ganaron una Liga Europa, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey; pero, sobre todo, dieron impulso al salto decisivo del equipo hacia los mejores.
Sus goles son imborrables para la afición del equipo rojiblanco: los dos que marcó en la final de la Liga Europa en Bucarest, los tres de aquel partido descomunal en Mónaco contra el Chelsea, la chilena espectacular al América de Cali, los cinco tantos al Deportivo de La Coruña en el Vicente Calderón (6-0)... Y así hasta 91 tantos en sus 70 partidos con la camiseta del Atlético de Madrid.
En 2013, recién conquistada la Copa del Rey, puso rumbo a Mónaco, hace ya un lustro. Dos aventuras por diferentes caminos. Sufrió una grave lesión de rodilla, estuvo meses de baja y se rebeló contra el infortunio para recuperar su mejor nivel, campeón de la Liga y semifinalista de la Liga de Campeones con su actual club en 2016-17; el Atlético creció y creció, ganó cuatro títulos más (una Liga, una Supercopa de España, una Supercopa de España y una Liga Europa), además de disputar dos finales de la máxima competición continental.
El salto del equipo ha sido enorme en todos los sentidos. Un ejemplo de la diferencia de entonces a ahora: en 2013, el Mónaco le compró al Atlético a Falcao por 60 millones de euros; este verano, fue el club madrileño el que adquirió a la estrella del equipo del principado, Thomas Lemar, por 70, para reforzar más su plantilla.
Este miércoles se reencuentran en el Wanda Metropolitano (a las 18.55h), con la indudable distancia deportiva que también separa a ambos equipos en la actualidad, con el Atlético a punto ya de avanzar a los octavos de final, dentro de los candidatos firmes a conquistar el título del torneo, y con el Mónaco ya eliminado. Como mucho, puede ser tercero.
Mientras el conjunto madrileño ha ganado tres de sus cuatro partidos en el torneo y sólo ha sufrido dos derrotas en sus 19 encuentros oficiales de esta temporada; el equipo monegasco sólo ha sumado un punto de los doce posibles en las cuatro jornadas ya del grupo A de la Champions, incluido el 0-4 en contra con el Brujas de la última cita, y nada más ha ganado dos de sus 19 partidos del curso, uno el pasado 11 de agosto y otro este sábado al Caen (0-1), que supuso el primer triunfo en un mes y medio de la era Henry.
Una victoria será ya matemática para el pase del Atlético a los octavos de final, pero incluso puede bastarle menos: la derrota o el empate del Brujas esta jornada en Dortmund o nada más una igualada en la última jornada en su visita al club belga. De las 90 combinaciones posibles que quedan, en 85 de ellas pasa a octavos.
Ahí apunta ya el equipo rojiblanco, invicto en sus siete duelos de esta campaña en el estadio Wanda Metropolitano, incluido el dos de dos en la Liga de Campeones (3-1 al Brujas y 2-0 al Dortmund), y ganador de sus siete partidos más recientes de competición europea como local, seis de ellos, además, sin recibir ningún gol.
Es un aval para el Atlético, mermado de nuevo por las bajas, casi una constante en todo este curso. No dispone contra el Mónaco ni de Diego Costa, por unas molestias en el pie, ni de Diego Godín ni de José María Giménez ni de Juanfran Torres, estos tres por diversas lesiones musculares. Son cuatro futbolistas habitualmente titulares.
Su defensa está justa de efectivos. Los cuatro jugadores disponibles del primer equipo para esa línea, Santiago Arias, Stefan Savic, Lucas Hernández y Filipe Luis, son los cuatro titulares para el duelo de este miércoles en la zaga, como ocurrió el pasado sábado en el 1-1 contra el Barcelona. No tiene más para esa demarcación.
Sí para armar el centro del campo. Ahí, con todos disponibles, las opciones son múltiples: puede volver Thomas Partey para formar pareja con Rodrigo Hernández en el medio centro, puede rotar a Saúl Ñíguez, puede dar entrada a Víctor Machín, 'Vitolo', o Ángel Correa, o a los dos, por las bandas... Koke Resurrección es fijo en el once.
Arriba, sin Diego Costa, el compañero de Antoine Griezmann será, salvo sorpresa, Nikola Kalinic. Es el recambio más natural para suplir la baja en el ataque del internacional español. Las otras dos opciones serían Ángel Correa o Thomas Lemar, éste como segundo delantero, aunque menos probable. La portería será para Jan Oblak.
Enfrente, el Mónaco afronta la visita al Metropolitano tras haber logrado la primera victoria de la "era Henry", después de que el exinternacional francés desembarcara en el Principado hace mes y medio.
Tras cuatro derrotas consecutivas, el 0-1 al Caen ha devuelto la esperanza al equipo, aunque todo hace indicar que sus esfuerzos no pasan por la Liga de Campeones, sino por abandonar lo antes posible la penúltima plaza de la Liga. A la vez, aún tiene posibilidades remotas de clasificarse como tercero de grupo para la Liga Europa.
Después del triunfo contra el Caen, Henry puede volver a confiar en jugadores jóvenes que han ido colmando las bajas dejadas en las últimas semanas por las lesiones, una pita en la renovación del grupo que parece gustar al nuevo entrenador.
Tras el 4-2-3-1 alineado contra el Caen, frente al Atlético el Mónaco podría regresar a su esquema de cinco defensas que Henry aprendió de la mano del seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez, de quien fue asesor y adjunto.