El delantero del Atlético de Madrid Antoine Griezmann, que llegó este miércoles a Uruguay para asistir a la boda del zaguero y capitán colchonero, Diego Godín, destacó el gran aprecio que tiene por el país y por los uruguayos.
"Desde mis 18 años cuando empecé a jugar en el fútbol profesional (...) cada año tuve un uruguayo que me ayudó en los momentos difíciles. Siempre la sonrisa de un uruguayo me ayudó", narró el deportista durante una conferencia de prensa realizada en el aeropuerto de Carrasco, ubicado a las afueras de Montevideo.
Griezmann tiene una conexión especial con el país austral que comenzó cuando jugaba en la Real Sociedad, donde debutó bajo las ordenes del entrenador charrúa Martín Lasarte.
Allí se cruzó también con Carlos Bueno, que tenía 30 años cuando el galo, de 17, comenzaba a pedir paso. Con él se aficionó al mate y se hizo hincha del Peñarol, donde había jugado el uruguayo.
Griezmann fue uno de los verdugos de la Celeste en el Mundial de Rusia 2018 en el encuentro por cuartos de final que los galos vencieron por 2-0.
Sin embargo, cuando anotó su gol no quiso celebrarlo por el respeto que siente por Uruguay.
"Me dijeron (cosas en Francia) por no celebrar el gol contra Uruguay, pero son cosas que noto y no me lo pienso antes del partido sino que soy así. Tengo mucho aprecio a ese país, a esas personas que me ayudaron desde el principio y salió de mí", apuntó.
Asimismo, tras obtener el campeonato del mundo, durante una conferencia de prensa se colgó en sus hombros una bandera de Uruguay que le pasó un periodista de este país y la recibió expresando la típica frase charrúa "Uruguay nomá".
El galo no será el único deportista que asistirá a la ceremonia religiosa entre Godín y Sofía Herrera, ya que también formarán parte de la celebración otros jugadores del Atlético de Madrid como los españoles Jorge 'Koke' Resurrección, Juanfran Torres y el presidente del club rojiblanco, Enrique Cerezo.
"(Godín) es el padrino de mi hija y tenía que estar aquí, ojalá podamos disfrutar de ese momento maravilloso y único", expresó Griezmann y describió al capitán Celeste como "el mejor padrino posible".
La repercusión del cariño del delantero hizo eco en Uruguay, pues decenas de personas, principalmente niños, fueron a esperar al delantero a la salida del aeropuerto con camisetas, pelotas gorros e incluso pegatinas para que firme.
Por su parte, la Intendencia de Montevideo pretende nombrarlo visitante ilustre de la ciudad mientras que el presidente del país, Tabaré Vázquez, escribió meses atrás una carta felicitándolo por la obtención del Mundial y solicitando conocerlo cuando arribe a Uruguay.
Pese a todos estos pedidos, Griezmann dijo que en este momento prefiere conocer y disfrutar lo más que pueda del país y luego venir en otro momento con más días disponibles para atender todas las peticiones.
"Es un país que me encanta y tenía ganas de conocerlo y son tres días pero volveré", sostuvo y acotó que le gusta el cariño que tiene la gente por él y que se sorprendió cuando supo que había prensa y público esperando por su llegada.
Respecto al apego por los suramericanos, el "Principito" dijo que son muy distintos a los franceses o los españoles y que esa diferencia le gusta.