El argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, ha declarado este domingo, tras el empate (1-1) de su equipo en el campo del Sevilla, que el encuentro deparado por ambos conjuntos fue "vibrante, duro y bonito" con "cambios en el juego" y ambos contendientes "pudieron ganar".
Simeone admitió que el Sevilla, "en el sector derecho, hizo "daño" a través de Jesús Navas, que "tiene un valor enorme" y a quien "había que controlar la velocidad que proponía en la primera parte" y por eso trató de "resolverlo en el segundo tiempo con un gran trabajo de Koke".
Tras el descanso, según el preparador colchonero, "ellos atacaban" pero su equipo tuvo "esa contra con Griezmann" que "con un poco más de precisión de Griezmann" le habría dado la victoria, si bien "también ellos pudieron ganar" pero lo impidió "la parada de Oblak" a tiro de Gnagnon.
Diego Simeone valoró un punto que lo "pone contento" por haberlo sumado "contra un rival que está extremadamente bien" y que, en la primera parte, superó a su equipo "por la derecha claramente", lo que motivó el cambio de posición de Koke, que es "tácticamente extraordinario" y permitió correr "menos riesgos defensivos".
El entrenador atlético insistió en que "el empate es bueno" porque "en la forma en la que está el Sevilla, con sus variantes y su movilidad", obligó a sus jugadores a un "esfuerzo importante. Ante un mal primer tiempo, hubo rebeldía y el equipo lo solucionó".