El gol se resiste (un poco más) para Álvaro Morata. El nuevo delantero del Atlético de Madrid continúa trabajando, devolviendo la confianza de Simeone, esforzándose y mostrándose como el '9' que reclamaba su entrenador. Lo hace todo, hasta 'pelearse' con el VAR. Este miércoles, ante la Juventus, el segundo capítulo.
Lo celebró como si fuese el primero. Lo celebró como lo habría prometido en horas previas al encuentro, pero nada fue suficiente. Otra vez apareció el VAR. "Creo que la afición de la Juventus me entenderá. Si marco esta noche, si mi primer gol es en este partido, no puedo quedarme parado esperando y pidiendo perdón. Lo celebraré", comentaba el punta.
Y cumplió su palabra.
Sin embargo, la celebración, la felicidad y el ímpetu del ex del Chelsea apenas duró un momento, el tiempo que tardó el colegiado en escuchar que el tanto debía ser revisado por el VAR. El Metropolitano, entonces, temía lo peor: otro gol anulado.
Y se cumplió la palabra.
Tal y como sucedió ante el Real Madrid, partido en el que Álvaro Morata se marcó un golazo ante uno de sus exequipos, este miércoles, ante otro ex, el punta aprovechó un precioso centro llegado desde la izquierda de Filipe Luis para, con un cabezazo, poner su gol al marcador.
Para ello, según el criterio de los colegiados, eso sí, empujó a Bonucci lo suficiente como para sacar ventaja y conseguir el tanto.
La historia se volvió a repetir. Morata, uno de sus exequipos y el VAR. El resultado fue el mismo: celebración frustrada, sonrisa apagada y gol anulado. Álvaro ya puede continuar con su discurso: "He generado un penalti que no me pitaron, un gol que me anularon..."