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Lemar aparece a tiempo

Lemar, en la acción del gol del Atlético (Foto: ATM).
Redacción nacional

El Atlético de Madrid logró una sufrida victoria en Ipurua, merced a un gol de Lemar en un partido en el que los de Simeone tuvieron que dejarse la piel para batir al cancerbero serbio Dmitrovic, quien evitó hasta el tramo final el gol en contra de un Eibar que dio la cara en todo momento, pero que no tuvo fortuna en el último remate.

El partido arrancó de forma trepidante, con una ocasión de Marc Cardona, cuyo disparo antes de cumplirse el primer medio minuto de juego se marchó fuera por poco, lo que demostraba la claridad de ideas e intensidad de los locales.

El Eibar apretaba y empujaba en los primeros minutos ante un equipo de Simeone, que no contó con su estrella, el francés Antoine Griezmann, que cumplía ciclo de amonestaciones.

Angel Correa tuvo una clarísima ocasión en el minuto 7, tras ganar la espalda a la defensa armera, pero Dmitrovic se hizo grande en el uno contra uno para evitar el que ya se cantaba como el 0-1 en el banquillo colchonero.

Tras la ocasión, el Atlético tuvo unos minutos de dominio ante un Eibar que parecía volverse impotente en ataque ante la muy bien plantada defensa visitante, que no daba opción al juego por bandas tan característico de los de Ipurua.

La intensidad y la presión de ambos conjuntos llevó a unos minutos de mucha lucha en el centro del campo y poco juego vistoso, aunque se dejaba ver la idea de los dos equipos de tratar de desgastar las fuerzas del rival.

En esa situación, el Atlético parecía estar más cómodo, y su mayor calidad individual le hacía ser capaz de meter algunos buenos balones entre líneas, aunque sin demasiados problemas para Dmitrovic. En cualquier caso, cumplida la primera media hora, el choque seguía sin un dominador claro y con pocas ocasiones de gol. Así se llegó al descanso, con las fuerzas igualadas y las espadas en todo lo alto.

En la reanudación, el EIbar tuvo la primera ocasión como consecuencia de un remate de cabeza de Enrich a centro de Joan Jordán, lo que evidenciaba que los armeros, como en ellos es costumbre, no se conformaban con la igualada inicial, pese a que quien más necesitaba los puntos era el Atlético. Morata respondió a los pocos minutos, pero su disparo cruzado se marchó por poco junto al palo izquierdo de la portería de Dmitrovic.

Con el paso de los minutos, parecía que la intensidad de la primera parte empezaba a hacer mella en ambos equipos, por lo que se empezaban a abrir algunos espacios que no existían en el primer acto.

El Atlético quiso dar un arreón al partido con cambios y sabedor de lo que se jugaba en Ipurua, aunque cierto es que los armeros tampoco concedían ocasiones claras a los de Simeone.

Lo mejor del encuentro era la emoción, porque seguía muy abierto con el empate y con opciones para ambos equipos, aunque las fuerzas seguían tan parejas que era difícil pronosticar lo que podría ocurrir en los siguientes minutos.

Simeone fue a por todas sacando a Arias del campo para que entrase Kalinic, y a punto estuvo de costarle muy caro en la primera jugada, en la que Enrich pudo adelantar al Eibar con un remate en el área pequeña.

Las fuerzas volvieron a igualarse, como en casi todo el partido, cuando se llegaba a los últimos diez minutos de partido en Ipurua. Dmitrovic volvió a erigirse en protagonista al sacar una mano imposible a remate de cabeza de Godín para evitar el tanto que, tras lo visto, podría haber dado la victoria a los colchoneros.

Eso sí, Kike García tuvo la réplica con un testarazo que se marchó por poco, evidenciando una vez más que el partido estaba muy abierto hasta el final. Tan abierto estaba, que Lemar adelantó a los suyos en el minuto 85, tras una gran contra del Atlético en la que no perdonó, cuando el choque parecía abocado al empate a cero.

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