Miguel Ángel Moreno
Madrid, 14 may .- El delantero francés Antoine Griezmann no jugará la próxima temporada en el Atlético de Madrid. Lo comunicó este martes a dirigentes, entrenador y aficionados, y con su decisión, esa que el verano pasado fue en sentido contrario, fuerza a una reconstrucción a un club que pierde varias piezas clave.
Los rumores que se habían acrecentado durante las últimas semanas sobre una salida del jugador con destino al Barcelona llevaron a una reunión en la que el Atlético quería escuchar de boca del futbolista cuáles eran sus planes para la siguiente temporada, fundamentales de cara a la planificación de la plantilla.
Fue en una reunión vespertina este martes en la que el delantero galo, el futbolista más determinante del ataque rojiblanco en el último lustro, explicó al consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín, el entrenador argentino Diego Pablo Simeone y al director deportivo, el italiano Andrea Berta, que había decidido pagar su cláusula de rescisión para salir del club, que será de 125 millones en julio.
Después lo comunicó a los aficionados, con un vídeo en el que les dijo que aunque le cuesta "coger ese camino" es lo que "siente" y "necesita". "Han sido cinco años increíbles, donde he disfrutado mucho, he dejado todo en el campo", afirmó en un vídeo difundido por el Atlético en el que Griezmann aparece solo ante la cámara.
El 'Principito' francés, que llegó al Atlético en julio de 2014 procedente de la Real Sociedad de San Sebastián, cierra así una etapa de cinco temporadas en la que ha conseguido tres títulos (Supercopa de España 2014, Liga Europa 2018 y Supercopa de Europa 2018).
Con 133 goles en 256 partidos, Griezmann dejará el Atlético convertido en el quinto máximo artillero de la historia del club, por delante de Fernando Torres (129) y solo superado por Luis Aragonés (170), Adrián Escudero, Francisco Campos y José Eulogio Gárate.
Un lustro de crecimiento exponencial de un jugador que, aunque precisó varios meses para adaptarse al esquema de Diego Simeone, fue moldeado por el técnico argentino para pasar de ser un extremo zurdo acostumbrado a correr en paralelo a la banda, a un delantero capaz de anotar de múltiples maneras y generar juego a su alrededor.
En su primera campaña, con periodo de adaptación incluido, anotó 25 goles entre todas las competiciones, unos guarismos que elevó a los 32 tantos en su segundo ejercicio, el del curso 2015-16, en el que disputó la final de la Liga de Campeones, perdida ante el Real Madrid en los lanzamientos de penalti. Ese año también perdió con Francia la final de la Eurocopa, ante Portugal.
El siguiente curso rebajó sus registros, ya que anotó 26 tantos, y su primer gran título como rojiblanco llegó la pasada campaña, cuando se proclamó vencedor de la Liga Europa.
En la final de Lyon ante el Olympique de Marsella, Griezmann decantó el trofeo para el conjunto rojiblanco con dos de los tantos del 0-3 con el que el Atlético fue campeón, para un registro final de 29 goles con su club.
Una vez decidida su continuidad en el Atlético ese verano, el delantero galo redondeó su curso en el Mundial de Rusia, donde se proclamó campeón del mundo con la selección 'Bleu'.
Griezmann arrancó esta temporada ganando un nuevo título, la Supercopa de Europa conquistada ante el Real Madrid en Tallin (Estonia), en la que acabó siendo su peor campaña en cuanto a la realización, con 21 goles entre todas las competiciones, pero fundamentales para sumar puntos y victorias casi todos.
Con la final de la Liga de Campeones del Wanda Metropolitano como gran objetivo, el Juventus italiano rompió las aspiraciones del Atlético en una eliminatoria en la que los rojiblancos consiguieron un 2-0 de ventaja en Madrid pero se vieron superados por un 3-0 en Turín, con triplete del portugués Cristiano Ronaldo.
Un golpe definitivo a una temporada en la que el Atlético había sido eliminado en octavos de final de la Copa por el Girona y sin opciones de alcanzar al Barcelona varias jornadas antes del final de LaLiga, y en la que comenzaron a desgajarse piezas del proyecto rojiblanco.
A finales de marzo, el Atlético anunció el acuerdo con el Bayern Múnich alemán para el traspaso del defensor galo Lucas Hernández, y hace una semana el defensor uruguayo Diego Godín confirmó su salida, por la que recibió un homenaje en el Wanda Metropolitano en el último partido como local de la temporada, ante el Sevilla.
El anuncio de la salida del uruguayo, capitán rojiblanco, el extranjero con más partidos del club y el segundo con más títulos de su historia, mostró a un Griezmann conmocionado, como íntimo amigo del defensor charrúa, que es el padrino de su hija.
A esas dos despedidas, este martes se sumaron el lateral Juanfran Torres, que ha declinado una propuesta del club para renovar por un año, y Griezmann, esta vez sin producción televisiva de por medio, sino en una reunión con los rectores del club rojiblanco.
La salida del delantero galo, que sin su amigo Godín pasaría a ser segundo capitán, según dijo el mismo Simeone, que defendió hasta el último momento su continuidad, deja tocado el proyecto rojiblanco, que no solo tendrá que recomponer su defensa -donde también podría perder al brasileño Filipe Luis-, sino también deberá rearmar el núcleo de su ataque.
Una reconstrucción en la que cobra importancia el futuro de Diego Costa y el de Álvaro Morata, este último cedido por temporada y media por el Chelsea inglés, que podría recuperarlo, pero sobre el que el Atlético tiene una opción de compra no obligatoria. Y en la que se abre el abanico de enganches de relumbrón en el mercado.
"Siempre hay cambios. Y hay que estar preparado para resolverlos. Y por eso nos quedamos", aseguró Simeone tras el último encuentro ante el Sevilla. No será sencillo encontrar un jugador tan relevante para el ataque como Griezmann. Pero ya lo hizo el Atlético con Fernando Torres, Sergio Agüero, Diego Forlán, Radamel Falcao...