El centrocampista Marcos Llorente jugará desde la próxima temporada en el Atlético de Madrid, donde hace 55 años, en otro Metropolitano, el antiguo de la avenida Reina Victoria, jugó su abuelo materno, Ramón Grosso, cedido por el Real Madrid para salvar del descenso al equipo.
Eran tiempos difíciles para el conjunto rojiblanco en el primer tramo de la temporada 1963-64, agobiado por la antepenúltima plaza de la clasificación con 15 jornadas ya disputadas, aunque él había jugado 14 porque tenía un encuentro pendiente. El Atlético sólo había sumado diez puntos, fruto de tres victorias, cuatro empates y siete derrotas.
Ante tal situación, y preocupación, Javier Barroso, el presidente del club, pidió refuerzos a Santiago Bernabéu, su homólogo en el Real Madrid. Ramón Grosso estaba cedido en el Plus Ultra, que también tenía que dar el visto bueno a aquella operación para jugar de rojiblanco hasta el final del curso.
El 10 de enero de 1964, la cesión quedó acordada y formalizada.
Primero aceptó el Plus Ultra, que emitió una nota, recogida en la edición del periódico 'ABC' del día siguiente: "Reunida en la mañana de hoy en sesión extraordinaria la junta directiva de la Agrupación Deportiva Plus Ultra para tratar sobre la petición hecha con carácter urgente por don Javier Barroso, presidente del Atlético de Madrid, del jugador Grosso, ha acordado por mayoría, vista la grave situación en que se encuentra uno de los grandes equipos de nuestra capital, acceder a dicha petición, no obstante los perjuicios tanto de carácter deportivo como económico que ello supone para nuestro club".
Después, en las oficinas del Real Madrid, se firmó la cesión de Ramón Moreno Grosso, incorporado para ayudar a la permanencia al Atlético de Madrid, con el que debutó dos días después frente al Murcia en el Metropolitano, el 12 de enero de 1964, según figura en LaLiga.
En su primer choque, él marcó el gol de la remontada y de la victoria, el 2-1 en el minuto 84, después del 0-1 para los visitantes de Lax y el 1-1 para los locales, en el 82, del defensa argentino Jorge Bernardo Griffa.
Su equipo ganó luego 0-3 al Valladolid, después empató sin goles en Zaragoza, superó por 1-0 al Barcelona, igualó a cero con el Sevilla, doblegó por 4-0 al Levante, equilibró a uno en Oviedo, con el tanto del Atlético con su firma, y venció por 2-0 al Athletic Club, en una racha de ocho partidos invicto con él siempre como titular y con cinco triunfos y tres empates que lanzaron al Atlético lejos del descenso.
Después, un 1-1 contra el Córdoba, un 2-0 al Espanyol, una derrota por 4-2 con del Betis y un 0-1 en contra frente al Valencia completaron su carrera de medio año en el conjunto rojiblanco, antes de regresar al Real Madrid para ser una leyenda del club blanco, para disputar 366 partidos, marcar 75 goles, jugar en todos los puestos y ganar la sexta Copa de Europa, siete Ligas y tres Copas de España. Un mito del Real Madrid.
Ramón Grosso falleció el 13 de febrero de 2002 a los 58 años.
A mediados de los años 80, ya en el Vicente Calderón, también el padre de Marcos Llorente, Paco Llorente, jugó con el primer equipo del Atlético a lo largo de dos temporadas, en 1985-86, cuando debutó, y en 1986-87, cuando ya se afianzó en la plantilla, con 26 duelos de Liga, 18 como titular, y tres goles ese curso.
Fue un extremo rápido que despertó el interés de otros equipos, entre ellos el Real Madrid. El 23 de mayo de 1987, Paco Llorente se acogió al decreto 1006, el antecedente de la actual cláusula de rescisión, para resolver su contrato con el club rojiblanco y fichar por el equipo blanco. La indemnización fue de 50 millones de pesetas (300.000 euros).
Ahora, Marcos Llorente llega al Atlético, al otro Metropolitano, al nuevo, 55 años después que su abuelo, del que los aficionados rojiblancos de aquel curso 1963-64 aún recuerdan cómo acudió a ayudar al equipo en un momento complicado y cómo contribuyó a salvarlo del descenso a Segunda División.