Iñaki Dufour
Madrid, 3 jul .- El Atlético de Madrid comienza este jueves la pretemporada más desafiante de toda la era Diego Simeone, con más salidas que nunca en estos ocho años en la línea defensiva, por reconstruir este verano, y con la urgencia de ajustar tácticamente el bloque, tan esencial en la competitividad del equipo rojiblanco.
Este jueves, a primera hora de la mañana, con las pertinentes pruebas médicas y la primera sesión, empezará en la ciudad deportiva de Majadahonda el mes y medio de preparación veraniega para el inicio de la Liga que incluye seis partidos amistosos: el 20 de julio contra el Numancia, el 23 frente al Chivas Guadalajara, el 26 ante el Real Madrid y el 31 ante las estrellas de la Liga de Estados Unidos, además del 3 de agosto contra el Atlético de San Luis y el 10 del mismo mes con el Juventus.
No siguen en el club ni Diego Godín ni Juanfran Torres ni Lucas Hernández ni, previsiblemente, Filipe Luis, cuatro de los siete defensas del anterior curso; sólo permanecen Santiago Arias, Stefan Savic y José María Giménez y habrá al menos cuatro novedades en la retaguardia, de las que sólo tienen ya nombre seguro por ahora dos: el central Felipe, procedente del Oporto, y el lateral izquierdo Renan Lodi, fichado al Athletico Paranaense.
A la espera todavía de un lateral derecho, otro central, con Mario Hermoso como el elegido, y quizá otro lateral zurdo, esa línea focaliza la reinvención del Atlético en esta pretemporada, que tendrá como primera parada Majadahonda, desde este jueves hasta el domingo, cuando la expedición se concentrará en Los Ángeles de San Rafael, en la sierra segoviana, a unos 80 kilómetros de Madrid. Ahí permanecerá el equipo hasta el 20 de julio.
Y ahí, aparte del habitual trabajo físico, la insistencia táctica se prevé tan intensa como minuciosa. Los espacios, su ocupación y los movimientos compactos colectivos, como un bloque inaccesible, sin una sola fisura y sin un solo centímetro de desconexión, son claves en el fútbol del Atlético de Simeone.
Ese ajuste táctico, que no sólo involucra a la línea de cuatro de la zaga, sino a todo el equipo, siempre ha sobresalido cada pretemporada, sobre todo las primeras de Diego Simeone en el club en los veranos de 2012, 2013 o 2014, aunque muchos de los futbolistas ya lo tenían asumido completamente. Sólo lo necesitaban los nuevos fichajes, más algún retoque en ese sentido.
"Tiene que ser todo un bloque (...) El primero se mueve y que los otros diez se muevan como el primero", suena con insistencia en cada verano del Atlético de Simeone en Los Ángeles de San Rafael.
Ahora lo hará de nuevo con fuerza. Con al menos siete refuerzos (a los cuatro o cinco que habrá en defensa se suman el atacante Joao Félix para suplir la baja de Antoine Griezmann, el medio Marcos Llorente para reemplazar a Rodrigo Hernández y el centrocampista mexicano Héctor Herrera), es el reto que le plantea este verano al Atlético.
Más aún con tantos cambios en el equipo, tanto en el once tipo como en su defensa, donde antes apenas había soportado variaciones más que asumibles, como la salida de un año al Chelsea de Filipe Luis, en 2014-15, o el traspaso al Inter de Joao Miranda, en 2016-17, cuando ya había irrumpido José Giménez.
"En un momento de transición difícil, pero con mucha ilusión", según expuso Diego Simeone a 'Fox Sports' en una entrevista este junio, el Atlético también afronta un rearme en el centro del campo. De ahí sale Rodrigo Hernández, que pagó este miércoles su cláusula de rescisión de 70 millones de euros, y ahí llega Marcos Llorente, aparte de Héctor Herrera; dos piezas que también necesitarán el ajuste táctico que exige Simeone.
Como también lo requerirá el joven Joao Félix, de 19 años, en el ataque del Atlético, con el recuerdo de Antoine Griezmann y con la presión de los 126 millones que pagará el club rojiblanco al Benfica para su incorporación, aún pendiente de la aceptación de la oferta por parte de la entidad lusa.
Un cúmulo de desafíos para Simeone en cada línea para un objetivo global: armar un equipo y compactar al milímetro un colectivo por encima de las individualidades; la idea y la prioridad siempre del técnico argentino, que desde este jueves asume con determinación y ambición una nueva era en el Atlético, tras haber ganado siete títulos en los ocho años anteriores.