La recuperación de Diego Costa, que se reincorporó el lunes a los entrenamientos del Atlético de Madrid tras una lesión y podría volver a LaLiga Santander cuatro meses después, anticipa un bendito problema para el entrenador argentino Diego Pablo Simeone, que debe encajar a tres puntas en su once.
Con el retorno del delantero internacional con España, ausente de las últimas nueve fechas del torneo liguero -ocho por sanción tras su expulsión y agarrón al árbitro la pasada temporada ante el Barcelona, y una más por lesión, la del domingo en Leganés-, el técnico rojiblanco contará con sus tres delanteros estrella: Costa, Álvaro Morata y el portugués Joao Félix, a pleno rendimiento.
Tres competidores de máximo nivel para dos puestos y un dilema análogo al que tuvo el propio Simeone la temporada pasada con la llegada de Morata, cuando coincidieron él y Costa con el francés Antoine Griezmann, actualmente en el Barcelona.
En aquel momento las lesiones de Costa no permitieron al técnico porteño 'disfrutar' en demasía de su 'bendito problema'. El delantero de Lagarto (Brasil) venía de recuperarse de una operación en un pie que le tuvo en el dique seco entre diciembre y mediados de febrero.
Con esa circunstancia, y la posterior expulsión del volcánico atacante hispanobrasileño en el Camp Nou durante el duelo correspondiente a la jornada 31 del campeonato liguero en abril, los tres atacantes solo coincidieron en seis ocasiones: cinco encuentros de Liga y la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante la Juventus en el Wanda Metropolitano.
En el primero de esos partidos, en Vallecas ante el Rayo, Morata y Griezmann arrancaron como pareja atacante, y Costa ingresó en la segunda mitad para disputar 30 minutos con el tridente ofensivo, en un duelo poco brillante que resolvió el delantero francés (0-1).
En la ida de 'Champions' fueron Costa y Griezmann los titulares, y Morata entró para la última media hora en lugar del '19'. Tanto Costa en el inicio, con una gran presión a los defensores rivales, como Morata al final cuando protestó un penalti de Giorgio Chiellini, cuajaron un buen encuentro, pero los goles fueron de los defensores uruguayos Diego Godín y Jose María Giménez (2-0).
El turno continuó en el siguiente duelo ante el Villarreal con la pareja inicial Morata-Griezmann (2-0). No obstante, en el primer experimento de los tres puntas de inicio, en San Mamés ante el Athletic Club, el resultado fue decepcionante, ya que el Atlético encajó un 2-0 en un partido gris, con Griezmann de mediapunta.
Simeone insistió con la combinación, esta vez con Griezmann en la banda derecha, en Mendizorroza ante el Alavés, y allí sí obtuvo premio, con un 0-4 convincente. Sin embargo, en el Camp Nou no quiso renunciar a un centrocampista y optó por Costa-Griezmann, una pareja que duró apenas 28 minutos, cuando el hispanobrasileño fue expulsado.
Con estos precedentes (cuatro victorias y dos derrotas en seis encuentros) y el cambio de una estrella consolidada como Griezmann por un proyecto de figura como Joao Félix, Simeone volverá a intentar encajar a tres atacantes en la disciplina de su once a partir del próximo domingo, cuando recibirá al Eibar en el Wanda Metropolitano.
Durante la pretemporada ya trabajó en esta posibilidad, con una decisión firme: el paso de Joao Félix al interior derecho, aunque con libertad para progresar hacia el interior del campo.
"Él es segundo delantero, vino de segundo delantero, pero las mejores jugadas de él aparecen cuando parte desde la derecha. Eso me gusta porque nos da variantes. Claro que puede jugar a la derecha. Sí puede jugar a la derecha", explicó el propio Simeone el pasado domingo en Leganés, donde el luso dio la asistencia para el gol de Víctor Machín 'Vitolo' precisamente desde el carril diestro.
Así jugó 28 minutos -Félix se retiró lesionado con molestias- en el amistoso ante el Numancia (0-2) en El Burgo de Osma, y de esta misma manera comenzó el derbi contra el Real Madrid en Nueva York, con una victoria 3-7 en la que el luso sirvió la asistencia del primer gol a Diego Costa, anotó él mismo el segundo a pase de Saúl Ñíguez, y entregó el pase del quinto al delantero de Lagarto.
Si la resolución del 'bendito problema' pasa por retrasar la posición de Joao Félix al interior derecho, se abre una nueva decisión: qué jugador quitar del cuarteto formado por Koke Resurrección, Saúl Ñíguez, el francés Thomas Lemar y el ghanés Thomas Partey, titulares en el medio en los dos duelos precedentes.
Necesario el africano en labores de contención -con Marcos Llorente como alternativa-, probablemente Koke como capitán y director del juego, y Saúl por su polivalencia, Lemar parece ser el jugador más susceptible de ser sustituido. Aunque las apariciones de Vitolo, goleador en Leganés, también le hacen acreedor de un puesto.
Un rompecabezas que no hace sino satisfacer al actual cuerpo técnico rojiblanco, que durante las últimas temporadas ha insistido en la necesidad de tener competencia interna para sacar lo mejor de sus futbolistas.
El cierre del mercado de traspasos futbolístico, previsto para el lunes 2 de septiembre, podría traer nuevos elementos a este abanico de posibilidades, como la llegada del delantero del Valencia Rodrigo Moreno si finalmente fructifica con la salida del argentino Ángel Correa al fútbol italiano.
En caso de que las dos operaciones encadenadas no se produzcan, Correa también sería acreedor a ese puesto entre la mediapunta y el interior derecho. Otra pieza más para el 'puzzle' del técnico rojiblanco.