El Atlético de Madrid consiguió un nuevo triunfo el pasado martes en Moscú ante el Lokomotiv en el duelo correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League. En este duelo, Diego Pablo Simeone volvió a cambiar de lateral derecho, una posición para la que aún no parece tener favorito.
El pasado verano Juanfran Torres se marchó del club al finalizar su contrato con la entidad. Quedaba únicamente Santiago Arias, llegado en el verano de 2018, como jugador destinado a ocupar esa posición y el Atlético de Madrid se veía obligado a acudir al mercado para reforzar dicha parcela.
Consiguió el club rojiblanco incorporar a Kieran Trippier procedente del Tottenham Hotspur a cambio de, aproximadamente, 22 millones de euros. El jugador internacional inglés y finalista de la última edición de la Champions League comenzó la temporada siendo el elegido de Simeone para ocupar el carril diestro.
De hecho, parecía que definitivamente había conseguido imponerse a Arias a tenor de los números. En los primeros seis partidos oficiales (las cinco primeras jornadas de LaLiga Santander y el primer encuentro de la fase de grupos de la Champions League) disputados, jugó los 90 minutos no dando opción al colombiano.
La oportunidad a Arias, que quizás también partía en desventaja física por la disputa de la Copa América con la selección colombiana, le llegó en el partido disputado en la jornada 6, intersemanal, en Son Moix.
Sin embargo, en el derbi disputado el pasado sábado, Kieran Trippier le volvió a ganar la titularidad. Distinto fue lo que ocurrió en Moscú con Arias de nuevo como miembro del once.
Que la alternancia llegue en este momento puede tener dos significados: que Simeone haya optado por darle descanso a Trippier tras un inicio de temporada en el que ha sido casi indicutible, o que no esté del todo convencido con el rendimiento del inglés y quiera probar con un futbolista que ya conoce mejor su método.