Miguel Ángel Moreno,Madrid, 3 dic (EFE).- Llegó al Atlético de Madrid con el cartel de ser un jugador contrastado, intenso, acorde con las ideas futbolísticas de su nuevo entrenador, pero tuvo que aguardar un mes para tener sus primeros minutos. El mexicano Héctor Herrera supo esperar y ahora acumula cuatro partidos seguidos como titular.,El 'Zorro' se ha hecho con un hueco en los onces del argentino Diego Pablo Simeone durante el último mes, partiendo de inicio ante el Espanyol (victoria 3-1),
Miguel Ángel Moreno
Madrid, 3 dic .- Llegó al Atlético de Madrid con el cartel de ser un jugador contrastado, intenso, acorde con las ideas futbolísticas de su nuevo entrenador, pero tuvo que aguardar un mes para tener sus primeros minutos. El mexicano Héctor Herrera supo esperar y ahora acumula cuatro partidos seguidos como titular.
El 'Zorro' se ha hecho con un hueco en los onces del argentino Diego Pablo Simeone durante el último mes, partiendo de inicio ante el Espanyol (victoria 3-1), el Granada (1-1), el Juventus italiano (derrota 1-0) y el Barcelona (derrota 0-1), el pasado domingo. En total, acumula siete titularidades y ha participado en doce partidos de un total de 20.
Un momento dulce tras un inicio tortuoso dentro del conjunto rojiblanco, en el que Herrera (Tijuana, México, 1990) vivió lo que supone pasar de ser el indiscutible capitán de un grande europeo, el Oporto portugués donde jugó 245 duelos y marcó 35 goles, a ser la última alternativa para el centro del campo en su nuevo equipo.
Porque 'HH', como es conocido en su país natal, llegó a un Atlético en el que las posiciones del centro del campo parecían reservadas a Koke Resurrección, Saúl Ñíguez y el ghanés Thomas Partey, e incluso otro recién llegado, el centrocampista fichado del Real Madrid Marcos Llorente, parecía estar un paso por delante.
Así, Herrera tuvo que aguardar su oportunidad, hasta un 18 de septiembre en el que protagonizó una irrupción sorprendente, con un gol importantísimo para salvar un punto (2-2) ante el Juventus de Turín en la Liga de Campeones. Un gol de cabeza, una de las suertes del fútbol en las que menos se prodiga el medio mexicano.
"Yo casi no entro a rematar en los saques de equina", admitió tras aquel partido Herrera, en el que fue el propio Simeone quien le pidió que se incorporara al remate, que realizó casi al unísono con el uruguayo José María Giménez y valió el gol de la igualada definitiva casi al final del encuentro.
Esa aparición le impulsó para partir como titular en el siguiente encuentro, contra el Celta de Vigo, en un partido decepcionante del Atlético en el que se tuvo que conformar con un escaso 0-0 y en el que Herrera fue sustituido media hora antes del final.
Sus apariciones, a partir de entonces, comenzaron a ser con cuentagotas: 18 minutos ante el Valladolid (0-0), el partido completo ante el Bayer Leverkusen alemán en la banda derecha por la ausencia del portugués Joao Félix (victoria 2-1), 25 minutos ante el Athletic (triunfo 2-0), titular tres días después ante el Alavés (1-1), diez minutos ante el Sevilla (1-1) o 20 en la derrota europea en Leverkusen (2-1).
Una cierta irregularidad en la que se podían comprobar ciertas capacidades del centrocampista mexicano, como la habilidad en la conducción del balón, el despliegue físico o la visión de juego, tanto con pases en corto como envíos a larga distancia, pero sin esa continuidad, que sí ha obtenido en las últimas jornadas.
Así, ante el Espanyol disputó el partido completo, una posición que mantuvo trece días después ante el Granada, provocada por las bajas por sanción de Saúl y Thomas.
Inesperadamente, retuvo el puesto ante el Juventus italiano, cuando Simeone decidió alinear juntos a sus cuatro centrocampistas (Saúl, Koke, Herrera y Thomas) para dotar de mayor presencia en el juego a su equipo, que dominó pero no generó peligro suficiente para contrarrestar el gol de falta del argentino Paulo Dybala (1-0).
Simeone volvió a confiar en él ante el Barcelona para llevar la manija del centro del campo, del que sacó a Saúl para ubicarlo de lateral izquierdo con el objetivo de cubrirse las espaldas, y al que añadió al argentino Ángel Correa para ganar verticalidad.
Herrera funcionó ahí como mediocentro puro, en ocasiones formando pareja con Thomas y en situaciones de ataque dentro de una línea de tres medios con el ghanés y Koke.
Contra el actual líder de LaLiga Santander española se vieron sus habilidades y también su liderazgo en la presión, incluso tuvo un disparo desde el borde del área en la primera parte. Pero también tuvo un desliz en el que Messi le robó un balón con el que generó la primera ocasión azulgrana, del croata Ivan Rakitic.
Completó casi todo el partido, ya que fue sustituido a tres minutos del 90 para dar paso al brasileño Renan Lodi, en la última medida desesperada por igualar el gol anterior del delantero argentino, que ayer lunes ganó su sexto Balón de Oro.
"Por algo el Barcelona tiene al mejor del mundo. La diferencia ha sido él. El resto del partido ha sido bastante disputado. Cuando tienes un jugador de esa magnitud no hay nada que hacer", admitió Herrera tras el encuentro en el Wanda Metropolitano.
En un Atlético en el que la mejoría en el juego no se ha correspondido con los resultados, Herrera se ha convertido en uno de los elementos de estabilidad de su centro del campo, en el que todo apunta a que se seguirá consolidando como titular el viernes en Villarreal, donde Simeone no podrá contar con Correa por acumulación de tarjetas amarillas.
Una consolidación que el futbolista azteca acompaña con llamadas a la calma, como hizo tras caer ante el Barcelona. "Tenemos que seguir trabajando y los goles llegarán. Hay que tener paciencia. En estos momentos es cuando más unidos tenemos que estar", dijo el domingo. El ejemplo de la paciencia del 'Zorro' mexicano para un Atlético que ansía recuperar la senda del triunfo.