Empezó el año en la grada y ahora es, de lejos, el mejor fichaje del Atleti

La temporada tiene altibajos, de inicio a fin. Bajones físicos, rachas espectaculares, resultados dolorosos. Jugadores que van "de la grada al campo", como le gusta decir a Diego Pablo Simeone. Y fichajes a los que, normalmente en el Atlético de Madrid, les cuesta varias semanas e incluso meses adaptarse a la metodología del técnico argentino.

Algo así ha pasado con Felipe Monteiro, más en el inicio de curso que en la actualidad. Por recapitular: el Atlético de Madrid jugó su primer partido oficial del curso recibiendo al Getafe en el Metropolitano. Con todos sanos, algo raro esta temporada, Simeone apostó por su pareja de centrales de más confianza.

En aquel primer encuentro, Stefan Savic y José María Giménez fueron titulares. En el banquillo estaba Mario Hermoso, que además salió en el 61' por Thomas Partey porque Renan Lodi había sido expulsado. Por contra, Felipe fue uno de los señalados en aquella primera convocatoria, pues tuvo que ver ese primer partido desde la grada.

Felipe, el mejor fichaje del Atlético de Madrid

Su debut llegó en la segunda jornada ante el Leganés: salió en el 88'con 0-1 en el marcador y casi se marca en propia puerta en el descuento. Luego estuvo dos partidos más sin jugar hasta que, a partir de la quinta jornada, empezó a coger ritmo en el equipo rojiblanco.

Y de ahí fue a más, y a más, y a más. Con Savic y Giménez disponibles, Simeone aún apostó por los dos de titulares, pero Felipe ha acabado haciéndose un fijo en la zaga del Atlético de Madrid ante las bajas y las continuas lesiones de los demás. Y ante el Liverpool, ya afianzado de manera definitiva, volvió a demostrar que está a nivel imperial, cortando por arriba y por abajo, en velocidad, haciendo las coberturas a Renan Lodi y apareciendo por todos lados.

Costó 20 millones de euros y la dirección deportiva se lo encontró en el Oporto casi por casualidad cuando iban a ver a Eder Militao. Ahora parece barato. Los números dan la razón a Felipe, que empezó el año en la grada y ahora se ha convertido, con mucha diferencia, en el mejor fichaje del pasado verano en el Atlético de Madrid.