Estaba el Atlético de Madrid gozando de sus mejores minutos del partido ante el Sevilla FC en la segunda mitad. Controlaba el centro del campo, no permitía contragolpes y empezaba a asediar la portería de Vaclík. La había tenido Yannick Carrasco y acababa de entrar al campo Diego Costa por Álvaro Morata para aportar más mordiente. Y entonces, Diego Pablo Simeone quitó a Joao Félix.
Un Joao Félix que estaba siendo el mejor del Atlético de Madrid. Al menos, en la parcela ofensiva, pues atrás Felipe volvió a demostrar que es el mejor fichaje del cuadro colchonero. El '7' participó mucho en el juego, generó desde el centro del campo, apareció en zona de tres cuatros, buscó el último pase. Había marcado ya el 2-1 y cada vez que tocaba la pelota, la afición observaba lo que podía pasar.
Quedaban 10 minutos de partido y Simeone sacó al portugués. "Estaba un poco cargado del gemelo y el médico me dijo que tuviera cuidado", admitió el técnico tras el encuentro. Quería mordiente ofensiva y dar el último empujó al equipo, pero Joao Félix estaba siendo el mejor. De hecho, la afición tampoco lo entendió y pitó tímidamente al Cholo, que sacaba del campo al jugador que más peligro estaba generando sobre la portería contraria. Estaba tocado.
Añadió cinco minutos Hernández Hernández, pero lo cierto es que los 15 minutos restantes de partido desde que Joao abandonó el césped ya no tuvieron tanto protagonismo rojiblanco. Lo intentó Correa sin fortuna, lo intentó Carrasco -que falló una muy clara en el segundo tiempo- sin fortuna, no apareció Diego Costa y tampoco Vitolo, que fue precisamente quien entró en lugar del portugués. Echó en falta en ese tramo final desborde, magia, alguien que apareciera en zona de tres cuartos en el último momento. Para entonces Joao Félix ya estaba en el banquillo.
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— ElDesmarque Atleti (@DesmarqueAtleti) March 7, 2020