A falta de cuatro jornadas de LaLiga Santander y de la final a ocho de la Liga de Campeones, ni Joao Félix está al nivel que se esperaba a estas alturas en el Atlético de Madrid ni Diego Pablo Simeone ha desatado la mejor versión del atacante portugués. Sólo detalles de todo lo que se presupone de un futbolista de su calibre, innegable cuando vino del Benfica, porque nadie prometía más en Europa que él, con 20 goles en 43 choques por los ocho en 34 duelos de este curso.
Es el número de encuentros hasta ahora en esta campaña, de los que 28 formó como titular, con ocho goles -uno de ellos de penalti- y tres asistencias; es decir una participación en once tantos de su equipo. El Atlético ha marcado 62 en sus 45 encuentros oficiales de esta temporada. Es el segundo mejor goleador de su conjunto, por mucho que sus cifras no estén en los guarismos ofensivos que se intuían ya con tantos encuentros jugados. Le supera Álvaro Morata, con quince en 39 partidos.
Nadie más en la actual plantilla del conjunto rojiblanco. Ni Diego Costa, 4 en 26 choques (0,15 de media), ni Ángel Correa, 7 en 40 encuentros (0,17), delanteros como él. Tampoco Saúl Ñíguez, con 7 en 43 duelos, aunque con el condicionante de que el internacional español no es un actacante, sino un centrocampista.
En su imparable irrupción en el primer equipo del Benfica, antes de su llegada al Atlético, Joao Félix anotó 20 tantos en 43 partidos. Una media de 0,46 por encuentro. En el conjunto madrileño su promedio es de la mitad: 0,23. Quizá es incomparable el campeonato portugués con el español y quizá siempre hay un periodo de adaptación asumido por todos cuando se aterriza en un torneo del nivel de LaLiga, pero los números a día de hoy son los que son, cuando el curso enfila su final.
Quizá tampoco es únicamente responsabilidad solo suya. Una parte amplia seguramente sí. No queda duda cuando recibes la pelota en posiciones de remate como el pasado viernes ante el Mallorca y conectas lanzamientos tan fallidos. Pero hay otra que no es atribuible a él, cuando se debe generar el mejor hábitat sobre el terreno de juego para desatar las mejores características de cada jugador. Y de momento eso aún está pendiente. O encontrarle entre líneas como sí ha ocurrido en algunos duelos. Ha habido partidos dentro de esos parámetros, cuando la posesión del equipo es lenta, cansina, contra un rival replegado y sus intervenciones se reducen a recibir en desventaja. Todo depende también de la perspectiva desde la que se mire al futbolista.
"Es un jugador diferente. Seguramente, cuando crezca su ocupación de espacios para estar más tiempo en lugares más determinantes para el equipo seguirá evolucionando, porque tiene visión de juego, disparo, uno contra uno... Tiene todas las situaciones importantes para poder asistir o romper un partido", decía Diego Simeone, su entrenador, el pasado 22 de junio, justo antes de la visita a La Nucía contra el Levante, cuando Joao fue suplente.
Sancionado en el primer duelo de la reanudación contra el Athletic Club, por ciclo de cinco amarillas, de los seis últimos compromisos él ha sido titular en cuatro y ha sido suplente en dos, pero siempre con participación. Ha sumado dos goles, ambos concentrados ante Osasuna, dentro de esa irregularidad que ha demostrado en todo su primer ejercicio con el Atlético, con unos pronunciados altibajos, sin la constancia que requiere su indiscutible potencial, pero también en el centro de un foco que le responsabiliza quizá en exceso.
"Entiendo que Joao empezó bien con Osasuna, tuvo buenos partidos los que ha jugado en casa, en Barcelona entró bien y este viernes no estuvo tan fino en su juego y entendía que el equipo necesitaba otras características como Vitolo, que nos dio mucho, que jugó muy bien y que trabajó para lo que necesitaba el equipo", repasó Simeone tras la sustitución del atacante luso contra el Mallorca, cuando enlazó su quinto encuentro sin marcar gol. No es su peor racha de rojiblanco: entre diciembre y enero pasados encadeno ocho.
Con un golpe en el pie, enfadado o frustrado cuando tomó el camino al banquillo, este viernes fue cambiado en el minuto 54. Joao Félix, baja en once duelos esta campaña -diez por lesión y uno por sanción-, ha estado disponible para jugar en 34 encuentros. En los 34 tuvo minutos, en 28 partió desde el once, en seis surgió desde el banquillo y nada más en seis de los 28 compromisos de titular los jugó al completo; el más reciente en ese sentido los cien minutos, tiempo añadido incluido, del 0-0 con el Leganés del pasado 26 de enero. Desde entonces a ahora, ha jugado otros diez duelos, pero ninguno entero.
El atacante portugués, que ha disputado aproximadamente el 69 por ciento de los minutos posibles (2.412 minutos de los 3.454 que ha estado disponible para el equipo), ha sido sustituido en 22 de los 28 partidos que ha comenzado de inicio a las órdenes de Simeone: dos de ellos antes de la hora de juego, como este viernes; en ocho ocasiones entre los minutos 60 y 70; en una entre el 70 y el 80; en nueve entre el 80 y el 90 y en dos más allá del 90, en las prórrogas contra el Real Madrid, en la Supercopa de España en Arabia Saudí, y en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Liverpool.
"Nosotros confiamos absolutamente en su calidad, en su talento, en su forma de jugar y necesitamos que se reproduzca en el campo. Si hay una cosa que siempre buscamos es el objetivo que necesita el equipo y consecuentemente el club. No nos detenemos solo en las individualidades. Si nos detuviéramos solo en las individualidades seria peligroso y no correcto en consecuencia de lo que tenemos", advirtió Simeone tras el 3-0 al Mallorca.
Después de una jornada de descanso tras ese encuentro, el Atlético retomó este domingo los entrenamientos, con Joao Félix con trabajo alternativo por unas molestias provocadas por una contusión en el pie de la que fue atendido, por ejemplo, el pasado viernes durante el duelo contra el conjunto balear y que se remontan a hace una semana ante el Alavés.
A falta del entrenamiento de este lunes, el atacante luso es duda para el duelo en Balaídos, al igual que los centrales Mario Hermoso y Felipe Monteiro, que fueron baja por precaución ante el Mallorca por ligeras molestias. No estará en Balaídos Diego Costa, por sanción por ciclo de cinco tarjetas amarillas.