El Atlético de Madrid ha cerrado LaLiga Santander con el "objetivo cumplido", calificado así expresamente por Diego Pablo Simeone. El equipo rojiblanco ha ido de menos a más a lo largo de una temporada en la que llegó a temer por estar entre los cuatro primeros. La victoria en Anfield y el parón fue un punto de inflexión y, tras la reanudación, el Atlético de Madrid reafirmó por octavo año consecutivo su presencia en el podio del campeonato.
Jan Oblak (9): probablemente el mejor del Atlético de Madrid. Un año más volvió a dejar paradas milagrosas y determinantes en un gran número de partidos. En tramos finales, con el marcador a cero o última hora. Si no es el mejor portero del mundo, habría que debatir quién le supera.
Antonio Adán (SC): imposible calificar su temporada liguera con 24 minutos en 38 jornadas.
José María Giménez (7): de menos a más. Otra vez ha cuajado un año marcado por las lesiones, que le han apartado del equipo durante buena parte de la temporada. En febrero, ya recuperado, perdió la titularidad. Pero tras el parón volvió más fuerte que nunca, mostró su mejor nivel en la zaga y se gana, al menos, ese notable.
Stefan Savic (6): otra temporada de altibajos para el montenegrino. Tiene algunas lagunas y sale demasiadas veces en las fotos de los goles en contra, pero es evidente que cuenta con la confianza de Simeone. Titular de principio a fin y culpable de la fiabilidad defensiva del equipo.
Felipe Monteiro (8): uno de los mejores fichajes del pasado verano. En la primera jornada no estaba ni convocado, pero cuando cogió ritmo se convirtió en el mejor defensa del Atlético de Madrid. Titular indiscutible durante buena parte de la temporada, a un nivel altísimo. Se queda sin el sobresaliente porque, tras el parón, tampoco volvió en buen tono físico.
Mario Hermoso (4): flojo curso del central. Dejó muchas dudas en el inicio del campeonato y cada vez que tuvo que actuar de lateral izquierdo. Tuvo un tramo algo mejor en noviembre y diciembre, pero ha tenido poco protagonismo en general. Cerró el curso con una expulsión ante el Betis. Quizás podría haber llegado al aprobado, pero tiene condiciones para hacerlo muchísimo mejor.
Kieran Trippier (6): de más a menos. Empezó la temporada siendo una de las grandes sensaciones del Atlético de Madrid, pero se fue apagando con el paso de los partidos. Las lesiones y la competencia con Vrsaljko y Arias le quitaron el cartel de indiscutible y en el tramo final, tras el parón, no estuvo nada bien.
Santiago Arias (5): aprobado para el colombiano en un curso difícil y con altibajos. Desapercibido en la primera mitad de temporada, suplente durante buena parte del curso y con mejores sensaciones en las últimas jornadas. Su continuidad, en el aire.
Sime Vrsaljko (5): es difícil catalogar el curso del croata. Apareció por sorpresa en enero, jugó cinco partidos ligueros en los que no desentonó a pesar de que llevaba un año sin jugar y luego, tras una artroscopia en el parón, no se he la vuelto a ver. Al menos cumplió cada vez que jugó.
Renan Lodi (7): su expulsión en el primer partido fue anecdótica. Empezó el curso a la par que Trippier, pero ha sido más regular. Buenas condiciones ofensivas, ha ido mejorando a nivel defensivo a lo largo de la temporada. Sin sustituto natural en su banda y acumulando muchísimos partidos en su primer curso en la élite, merece el notable.
Thomas Partey (6): capaz de hacer partidos sobresalientes como en el derbi y luego enlazar cinco encuentros muy grises. Tiene condiciones para ser un jugador de primer nivel, pero le falta muchísima regularidad. Todo ello en un año en el que se ha consolidado como titular en el doble pivote.
Héctor Herrera (5): se ha quedado a medias el mexicano. No se le ha visto cómodo en buena parte del curso, a pesar de que ha tenido algunos partidos buenos. En otros se le vio falto de ritmo y sin dar velocidad al juego.
Saúl Ñíguez (6): otro año en el que ha tenido que jugar de todo. En el doble pivote en la mayoría de las ocasiones, con menos brillo pero mucho trabajo. De interior en otras cuantas, donde no consigue rendir tanto como se espera. E incluso de lateral izquierdo, cumpliendo como buenamente podía. Se le ve algo estancado al ilicitano en los últimos dos años.
Koke Resurrección (8): de los mejores jugadores del curso del Atlético de Madrid. Empezó a menor ritmo, pero con el paso de los partidos fue tomando el timón del equipo y cuajando una gran temporada. El juego del equipo gira en torno a él. Junto a Oblak, el más regular. Y aún así, la sensación de que puede dar un poquito más.
Thomas Lemar (2): la gran decepción. En su segundo año, que podría haber sido el de la confirmación, ha estado incluso peor que en el primero. Cero goles, cero asistencias. Hasta Giménez ha dado más asistencias que el francés, que ha ido perdiendo la confianza de Simeone y de toda la afición. Está en una situación delicada.
Vitolo (5): incapaz de hacerse con la titularidad y con menos lesiones que otros años. Aún así, ha demostrado calidad a momentos determinantes, marcando tres goles que han sido claves para el equipo. Parece difícil que pueda ser titular en este Atlético de Madrid, pero tiene unas características distintas dentro de la plantilla.
Yannick Carrasco (6): llegó el último día de enero de manera sorprendente. Y en ese primer tramo se le vio regular, por no decir mal, sin mucho ritmo ni brillo sobre el césped. En cambio, tras el parón volvió a un nivel bastante notable, con mucho sacrificio y dejando un gran partido, por ejemplo, en el Camp Nou. Si mantiene el nivel de los últimos encuentros y se queda en el Atlético de Madrid, está para ser titular.
Marcos Llorente (7): difícil catalogar su curso, con el mes de febrero como punto de inflexión. En sus primeros partidos en el doble pivote decepcionó bastante su papel, impreciso con la pelota y lejos de demostrar el por qué de su fichaje. Simeone lo reconvirtió en delantero y ahí cambió todo, sobre todo a partir de Anfield. Un físico exhuberante jugando por banda, llegada al área rival y tres goles con cuatro asistencias, números suficientes para el notable.
Joao Félix (5): un profesor exigente le habría puesto el '4'. El portugués tiene que dar muchísimo más, pero también hay que tener en cuenta que ha llegado con apenas 19 años y, aún así, ha marcado seis goles en LaLiga. Ha tenido alguna lesión complicada y su tramo final ha sido especialmente decepcionante. El curso que viene debe dar un paso al frente.
Álvaro Morata (7): más allá de las dudas que ha podido dejar, acaba LaLiga como el delantero más goleador del equipo, con 12 goles. No son números extraordinarios, pero tampoco merece bajar del notable. Le falta regularidad, pues lo mismo marca en ocho partidos seguidos que luego se tira tres meses sin ver puerta. Y más fortaleza mental.
Angel Correa (6): en la primera mitad de temporada fue, probablemente, el mejor del ataque en el Atlético de Madrid. En cambio, su tramo final ha sido difícil de catalogar, falto de ritmo y sin aportar nada desde que LaLiga volvió tras el parón. No es la primera vez que le pasa al argentino, que ha mostrado las dos caras y ha ido de más a menos. Cinco goles y siete asistencias ligueras en su haber, que ni tan mal.
Diego Costa (5): al contrario, de menos a más. Otra vez dando unas sensaciones muy pobres en el inicio de curso y otra vez sufriendo una larga lesión. En cambio, su tramo final no ha sido del todo malo, sustentado sobre todo por su mejora física. Acaba el curso con cinco goles y cuatro asistencias, que son pocos pero ya son más que el año pasado.
Ivan Saponjic (SC): su participación liguera se reduce a 5 minutos ante el Leganés y otros 5 minutitos frente al Celta.