Dos triunfos a última hora en sus dos salidas más recientes advierten en Cádiz CF al Atlético de Madrid, firme en el liderato con 14 victorias en las últimas 15 jornadas y a tres puntos de igualar su mejor mitad de Liga, 50 puntos de 2013-14, pero alertado por el latente riesgo del empate o la derrota que ya sintió en Eibar, los contraataques del conjunto gaditano y las bajas por covid-19 de dos piezas clave: Mario Hermoso y Yannick Carrasco.
En Mendizorroza, venció al Alavés por 1-2 en el minuto 90; en Ipurúa ganó por 1-2 en el 89 de penalti. Son sus dos últimos compromisos como visitante. En ambos, Luis Suárez surgió al rescate de un equipo en apuros, que incluso fue inferior en diversos tramos del choque en Eibar, pero que solucionó seis puntos de gran valor.
Suele decirse que ahí, en ese tipo de campos y circunstancias, es dónde se ganan las Ligas, cuando más dificultades se perciben. Y en ello está el Atlético, que sufre ahora la incidencia de la Covid-19 en su equipo. No estarán en Cádiz ni Hermoso ni Carrasco. Este sábado se confirmaron sus positivos con un nuevo test hecho el viernes tras sus resultados no concluyentes de la prueba anterior.
Aislados en sus domicilios desde el mismo viernes, sus ausencias alteran la idea del once titular que tenía Diego Simeone. Por ejemplo, en la banda derecha. Ahí iba a jugar Carrasco. Ahora tendrá que hacerlo bien Marcos Llorente, el futbolista más polivalente de la plantilla, o bien Sime Vrsaljko. También deberá cambiar el perfil izquierdo de la defensa, con Felipe Monteiro como reemplazo.
Reafirmado el pasado domingo por la remontada -la segunda consecutiva- al Valencia en el Wanda Metropolitano y por la amplitud de su racha, siete victorias consecutivas en el torneo, el Atlético ha logrado 47 de los 54 puntos disputados al lado del ecuador del campeonato. Su mejor marca son los 50 de 2013-14. Es un promedio de 2,63 puntos inigualable en sus otros 82 cursos en Primera División que ahora tiene al alcance con una victoria en Cádiz. No hay otra fórmula que dé el mismo resultado que entonces, cuando fue campeón.
Un indicio -o una anécdota- dependiendo del desenlace final de la Liga, porque aún queda mucho. Lo sabe el Atlético, que insiste en el partido a partido con el que esquiva cualquier posicionamiento externo de favorito, como también lo hizo en 2013-14, y expone cada día su ventaja al frente de la clasificación: siete puntos que podrían ser diez... Pero que no son aún ni mucho menos decisivos.
Los pondrá a prueba de nuevo este domingo contra el Cádiz, que marcha en una zona tranquila de la tabla tras su gran arranque en su retorno a Primera y que recibe al líder con la esperanza de lograr su tercer triunfo en el Carranza, tras una primera vuelta en la que únicamente sumó dos.
Su técnico, Álvaro Cervera, desea que su equipo mejore los números en su feudo, después de haber sustentado la cómoda posición que ocupa en la mitad de la tabla en un rendimiento a domicilio mejor que el balance casero.
La dificultad es enorme para los cadistas, que se miden al mejor equipo hasta el momento en la competición liguera y que en la primera vuelta desarboló a los pupilos de Cervera en el estadio Metropolitano, con goleada por 4-0 y una incontestable superioridad.
El Cádiz sabe que tiene que exprimir sus opciones porque ahora tiene por delante un tramo de Liga con varios encuentros ante conjuntos de la parte alta de la clasificación, en los que, en caso de no sacar provecho, le atascaría en los 24 puntos que suma ahora mismo.
Ya la semana pasada cayó derrotado ante el Sevilla (3-0) y el temor a estancarse en la clasificación está ahí, porque, después de recibir al Atlético de Madrid, el Cádiz tendrá que jugar ante la Real Sociedad, Athletic, Barcelona y Betis, equipos que se encuentran por encima en la tabla.