Una pesadilla recurrente entre los delanteros es fallar esa ocasión en la que es más difícil tirar el balón fuera que marcar. Eso mismo le pasó a Ángel Correa, que tuvo en sus botas el gol en el Levante UD-Atlético de Madrid y falló, inexplicablemente, a puerta vacía.
Toda la afición colchonera cantaba ya el gol del argentino. Aitor Fernández salvó el disparo de Luis Suárez pero la pelota le cayó a Correa, presto para marcar. Sin embargo, el internacional argentino, en la frontal del área pequeña y con el portero batido, mandó la pelota por encima del larguero dejando escapar la oportunidad de hacer el 1-2 en el choque de LaLiga Santander.