Simeone la lía con Griezmann y Correa y lo destruye en el Atlético de Madrid

Diego Pablo Simeone tiene un serio problema en el Atlético de Madrid. El técnico no consigue dar con la tecla en este inicio de temporada, con mejores resultados que sensaciones pese a que la primera derrota no llegara hasta este sábado. La llegada de Antoine Griezmann ha trastocado muchas piezas en el equipo rojiblanco. Y Ángel Correa es el principal perjudicado.

El argentino se quedó sin sitio en el once ante el Alavés de manera inexplicable. Es el jugador que más genera en el Atlético, de lejos, y sus números le acompañan: tres goles y una asistencia en las siete primeras jornadas de LaLiga Santander. En Mendizorroza, una vez más, salió desde el banquillo y fue quien más peligro generó en apenas 10 minutos sobre el campo, dejando en mal lugar a un fantasmagórico Griezmann una vez más.

Griezmann trastoca al Atlético de Madrid

La sensación es que Simeone está intentando meter al francés con calzador en el equipo. Fue el 'Cholo' quien más luchó por su vuelta, pero no parece haberse dado cuenta aún de que su nivel deportivo es infinitamente inferior al de hace tres temporadas, cuando todavía militaba en las filas del cuadro rojiblanco. Y el problema, más allá de que deje a Correa en el banco, es que también trastoca varias posiciones del ataque del equipo.

Porque Griezman, encajado con alfileres en el once, tiende a ocupar zonas de la banda derecha. Su protagonismo es bastante escaso, pero su posición impide que Marcos Llorente aparezca por las zonas donde más daño hace, desapareciendo las asociaciones con Trippier que tan buenos resultados dejaron el curso pasado.

El nuevo '8' tapa a Correa, tapa a Llorente, tapa a Trippier y no genera en ataque. Su conexión con Luis Suárez, de momento, es nula. Tampoco termina de asociarse con Carrasco o Lemar cuando tiende a caer a la banda izquierda. Y sus números empiezan a ser preocupantes: 0 goles ha sumado el Atlético durante el tiempo que Griezmann ha estado sobre el campo en estos cinco últimos partidos. Su readaptación está siendo más complicada de lo esperado y las críticas no tienen piedad con el francés, un espejismo de lo que fue.