Un nuevo líder para Diego Pablo Simeone. Verticalizado como nunca antes en el Atlético de Madrid, nadie ha asumido más transcendencia en el juego ofensivo del equipo en esta temporada como Thomas Lemar, recuperado de una lesión muscular y crucial para la reacción del conjunto rojiblanco a última hora en Milán y este sábado ante el Barcelona.
Coincidencia o no, sin él sobre el terreno, el equipo se quedó en apenas nada en ataque contra el Athletic Club, el Oporto -con sendos empates a cero- y perdió con el Alavés (1-0), aparte de que no tiró a portería en todo el primer tiempo ante el Espanyol, hasta que su irrupción al intermedio cambió el duelo, hasta el punto de que marcó el 1-2 final en el minuto 99 para provocar la agónica vitoria.
Al contrario, el partido más brillante de su equipo, el primer tiempo contra el Villarreal en el Wanda Metropolitano, lo ubicó como protagonista principal de los desbordantes mecanismos ofensivos del Atlético, más expresivos en la medida que más participa él. Antes bajo la duda, sin riesgos, ahora regatea y desborda hacia adelante, se desmarca con determinación... Y marca las diferencias.
"Me pone contento cuando los futbolistas trabajan, trabajan, mantienen la regularidad y le agregan lo que les va a hacer diferente, que es hacer goles. Cuando se plantó mano a mano con el arquero pensé: 'por favor, hacedlo'. Me puso muy contento", declaró Diego Simeone tras el 2-0 al Barcelona iniciado por un gol suyo, cuando remachó la conexión entre Joao Félix y Luis Suárez.
De la misma forma, en otra combinación entre los tres, incontestables para un grupo tan deprimido como el Barcelona, tan frágil en su línea defensiva, con el que logró ocasiones más claras en el primer tiempo que en el global de los últimos cinco choques, él asistió en el 2-0 a Luis Suárez al borde del intermedio, también con Lemar como el factor más desequilibrante de todos para el Barça.
"Hemos empezado bien, los hemos ido a buscar, hemos sido valientes y en dos jugadas idénticas en las cuales Lemar pica y no lo seguimos nos generan una superioridad y nos meten dos goles con muy poco", enfocó Gerard Piqué, el central del Barcelona.
"Lo habíamos hablado el hecho de que Lemar picaba, Joao Félix venía a recibir, Ronald (Araujo) lo seguía y generaba esa superioridad que alguien tenía que seguir (a Lemar), porque sino salía solo. Los dos goles son muy parecidos", abundó sobre la figura del futbolista francés, más centrado y más rompedor que en el pasado cuando atravesó sus dos primeros años entre la decepción constante.
En todo ese tramo de sus primeros dos cursos, marcó dos goles en LaLiga Santander, ambos en 2018-19 y ninguno en 2019-20, cuando el club lo puso de forma indudable en el mercado, cuando se quedó en el equipo porque la entidad no halló el destino para el jugador -ni traspasado ni cedido- que buscó en enero de 2019 para fichar a Cavani.
El pasado ejercicio, cuando inició su reivindicación, reafirmado en el once tipo del técnico, anotó un tanto, rumbo a su actual momento imparable, sin comparación con ningún otro de su etapa anterior; autor ya de dos goles en cuatro partidos de la presente edición de LaLiga, en la que ha provocado ya cuatro tantos con la suma de dos asistencias: una a Luis Suárez y otra a Ángel Correa.
Cada tres remates entre los tres palos, uno termina en gol. Es el promedio que surge de sus dos tantos en esta Liga; el primero fue indispensable para los tres puntos contra el Espanyol (1-2) y el segundo abrió el triunfo y la reacción del Atlético contra el Barcelona, conectado de forma fantástica con Joao Félix.
"Joao es un jugador diferente del equipo, que hace siempre la diferencia. Cuando jugamos con un jugador como Joao es más fácil para nosotros", expresó en los medios del club rojiblanco Lemar, que recibió también el elogio de su compañero portugués: "Su partido fue muy bueno, no sólo por el gol y la asistencia".