José María Giménez, defensa del Atlético de Madrid, explicó este viernes que quien "tenga la mínima noción" de fútbol "sabrá que en ningún momento" quiso "lastimar a un rival" ni hacerse "expulsar" en la acción en la que golpeó con la plantilla de su bota a Íñigo Martínez, defensa del Athletic Club, en los instantes finales de la semifinal de la Supercopa de España disputada este jueves en Riad.
"Quiero disculparme con el equipo por haberlos dejado con uno menos y no poder estar en el próximo partido de Copa (el próximo miércoles ante la Real Sociedad). El que tenga la MÍNINA NOCIÓN de lo que es este deporte sabrá que en ningún momento quise lastimar a un rival ni hacerme expulsar. Fue una jugada totalmente involuntaria en una disputa con el rival en mi espalda con la desesperación de intentar empatar el partido. Rápidamente e independientemente de la tarjeta fui a disculparme y preocuparme por él", escribió este viernes en sus redes sociales.
Giménez también reconoció que su equipo tenía "muchísima ilusión y ganas" de ganar esta Supercopa de España. "Nos tocó volvernos antes con mucha tristeza y disconformidad... Somos conscientes de que tenemos cosas que mejorar YA para poder revertir esto y que el camino es trabajar, trabajar y trabajar. Desde adentro, sin mirar a los costados", abundó.
"Ahora, tenemos otro partido importantísimo el jueves para lo que viene y tenemos que sacarlo como sea. Unidos y con la fe de que va a ir todo bien", añadió.