Uno de los mayores problemas del Atlético de Madrid en esta temporada es la ausencia de un once de gala consolidado en el equipo de Simeone. El Cholo sólo ha repetido dos alineaciones en la presente temporada y eso se refleja en los peores números de la etapa del argentino como entrenador colchonero.
Son 31 alineaciones diferentes en los 33 partidos. Nada más repitió dos veces. Una en el recorrido de tres días entre la derrota por 0-1 con el Milan y la victoria por 1-4 en Cádiz, cuando alineó a Oblak; Llorente, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; De Paul, Koke, Lemar; Griezmann y Suárez, y a finales de octubre y principios de noviembre ante el Betis, su encuentro más sobresaliente de la temporada (3-0), y el Valencia (3-3): Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; De Paul y Koke; Correa, Griezmann; y Luis Suárez.
Ha habido combinaciones de todo tipo en la defensa, en el centro del campo y en el ataque, planteamientos diversos y una caída colectiva e individual expresiva. No hay apenas ningún jugador de la actual plantilla que esté a su mejor nivel, ni siquiera a uno cercano al reconocible, con contadas excepciones, como puede ser el caso de Correa, el sostén ofensivo del Atlético en este momento crítico, o Carrasco, ahora de baja por la Covid-19.
Mucha insistencia en los entrenamientos, cambios de posiciones y nombres, sin encontrar lo que perseguía. "Esta temporada, yo como primer responsable, autocrítica absoluta, fui cambiando continuamente en busca de cosas mejores", asume Simeone.
Es un problema de fútbol en toda la dimensión del término, de los recursos que se necesitan para ganar en una competición tan exigente como LaLiga Santander, de la que comprobó que nadie está a salvo de la caída, tal y como ha sido el desplome del equipo, el actual campeón de la Liga, desde el pasado octubre, desde que, precisamente, se sintió que por fin había encontrado su nivel, cuando derribó por 2-0 al Barcelona de Koeman.
Ese sí fue un punto de inflexión. A aquel momento llegó con cinco victorias, tres empates y una sola derrota. Desde entonces, la caída ha sido irrefrenable en LaLiga Santander (seis triunfos, cuatro empates y seis derrotas para sumar 22 de los 45 puntos en juego, ni siquiera la mitad), pero también en la Copa del Rey y en la Supercopa de España, con la única excepción de la Liga de Campeones, salvada a última hora con un triunfo en Oporto.
La receta de Simeone para alcanzar la zona Championshttps://t.co/maGwnhYNkJ
— ElDesmarque Atleti (@DesmarqueAtleti) February 17, 2022
"Tenemos que buscar en nosotros mismos, todos, cuerpo técnico y equipo, sacar esto adelante con humildad, tranquilidad y aceptando esta realidad que nos toca vivir ahora", proclamó Simeone. El siguiente desafío será El Sadar y Osasuna. El Atlético no ha ganado ninguno de sus últimos siete duelos fuera del Metropolitano. Es más, apenas ha logrado un empate (2-2 en Villarreal) -ha perdido los otros seis choques- en esa secuencia de salidas desde que ganó en Do Dragao el pasado 5 de diciembre.
Aquella victoria en Portugal por 1-3, tan incalculable en el marcador como dudosa en el juego, es una de los catorce triunfos que ha conseguido el Atlético ya sea en casa o fuera en sus 33 partidos oficiales hasta ahora en este ejercicio (los triunfos suponen sólo un 42%) por las doce derrotas que ha cedido (un 36% de sus encuentros); una cantidad impactante e inigualable en la era Simeone.
Jamás perdió tanto como ya lo ha hecho esta temporada. Ni siquiera en su peor campaña en ese sentido, cuando las derrotas representaron un 19% de sus marcadores tantos en 2012-13 como en 2014-15, con 11 de 56 choques en ambos casos. Ahora son 12 de 33. Una crisis irrebatible.