Andrea Berta y Gil Marín ponen una condición al mercado de fichajes del Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid traza su plan. El equipo de Diego Pablo Simeone sigue inmerso en su lucha en LaLiga Santander por acabar la temporada entre los cuatro primeros clasificados. Un objetivo que lo marca todo de cara al próximo verano, de cara al que ya trabajan tanto Andrea Berta como director deportivo como Miguel Ángel Gil Marín, CEO del club rojiblanco.

Restan aún nueve jornadas para acabar el curso doméstico. Y esas cuatro jornadas se antojan claves. De hecho, el diario Marca asegura que el Atlético no hará ningún movimiento de cara al próximo verano hasta que no sepa en qué posición va a acabar esta temporada. Es decir, que la clasificación para la próxima Champions League se antoja trascendental.

La condición del Atlético de Madrid en el mercado

El equipo rojiblanco parece haber reaccionado tras aquel traspiés inesperado ante el Levante. Desde entonces, cuatro victorias consecutivas que le han impulsado en la clasificación. Aún así, equipos como el Villarreal CF o el Real Betis siguen sin aflojar y el billete para la máxima competición europea del próximo curso aún no está ni mucho menos cerrado.

Como es evidente, si el Atlético vuelve a quedar entre los cuatro primeros, se podrá mantener la línea de los últimos curso en el mercado de fichajes. Una línea que, curiosamente, ha estado marcada por gastar prácticamente lo mismo que se ingresa. Pero en caso de que el club colchonero no quede entre los cuatro primeros, se podría ver obligado a vender a alguna de sus estrellas en verano o echarse a un lado de cara a contrataciones como la de Antoine Griezmann.

El tema de los delanteros, de hecho, es uno de los que más tiene que tratar. Luis Suárez acaba contrato y todo apunta a un adiós, mientras que Griezmann seguirá en caso de jugar más del 50 por ciento de minutos de la temporada. En ese caso, su compra rondará los 40 millones de euros. Además, también hay que evaluar la situación de futbolistas como Álvaro Morata o Saúl Ñíguez, que deben volver tras sus respectivas cesiones.