El Atlético de Madrid mira al mercado de fichajes de verano con tres problemas. Andrea Berta y Miguel Ángel Gil Marín trazan junto a Diego Pablo Simeone el plan de cara a las salidas y llegadas, que serán muchas en los dos sentidos. Y se encuentran, ante todo, con tres problemas que suman nada menos que 94 millones de euros. Tres futbolistas que marcarán por completo el mercado rojiblanco.
El primer nombre propio a tratar será el de Álvaro Morata. El delantero, que aún tiene un valor de mercado de 30 millones de euros, tiene contrato únicamente hasta 2023 y su futuro vuelve a estar en el aire. Si la Juventus se lo quiere quedar debería pagar 35 millones de euros, pero están intentando rebajar esa cantidad. Su venta, a un club u otro, se antoja prioritaria en las oficinas del Metropolitano.
El segundo protagonista de esta peculiar lista es el de Saúl Ñíguez. Su cesión al Chelsea no está siendo demasiado fructífera y aún tiene contrato nada menos que hasta 2026. Su ficha es alta, pero su situación distinta a la de Morata: Simeone siempre ha considerado que puede sumar al equipo, ya sea como centrocampista o en la banda. Las intenciones del propio futbolista serán claves para tomar una decisión.
Y luego está el caso más peculiar, que es el de Vitolo. El canario está condenado al ostracismo en el Getafe CF, donde no tiene minutos en una cesión que parecía positiva y finalmente se ha traducido en fracaso. El caso es que Víctor Machín renovó hasta 2024 para diferir su sueldo, por lo que aún le quedan dos años más de contrato. Un fichaje que costó 36 millones al Atlético y que en verano volverá a ser un quebradero de cabeza para la dirección deportiva.