Se acabó la temporada y es hora de hacer balance. El Atlético de Madrid cumplió su objetivo mínimo de sacar billete para la Champions League y cerró el curso en el podio de LaLiga Santander, pero la temporada fue bastante decepcionante. En esa decepción, hay un jugador que se lleva todos los focos y buena parte de las críticas: Antoine Griezmann.
Gran parte de la afición no entendió su regreso. Le costó arrancar, pero entre noviembre y diciembre alcanzó un nivel óptimo. Luego, una lesión con recaída incluida y un tramo final de temporada paupérrimo. Aún así, su continuidad parece más clara que nunca.
Enrique Cerezo ha confirmado que cuentan con el francés. Antoine está cedido del FC Barcelona y, en principio, todo apunta a que seguirá cedido un año más. El caso es que si en el cómputo de estos dos cursos juega más del 50 por ciento de los minutos en los que esté disponible, el Atlético tendrá que pagar 40 millones de euros por su fichaje en 2023.
Ese porcentaje invita a pensar que el fichaje se acabará haciendo, pese a las críticas y a sus números tan pobres. Griezmann ha estado disponible en 37 partidos y ha participado en 36. En total, el delantero ha estado sobre el césped 2.258 minutos esta temporada, lo que supone un 67% de su disponibilidad.
Eso significa que el Atlético estaría obligado a pagar esos 40 millones dentro de un año... salvo que Griezmann jueguen menos del 33% de los minutos el curso que viene. Una cifra muy baja y que parece difícil de cumplir, más aún viendo la fe ciega de Diego Pablo Simeone en su figura.
En cuanto a rendimiento, sus números no han sido buenos. Ha anotado ocho goles y ha dado siete asistencias, ha sido titular en 27 partidos entre todas las competiciones. El caso es que de esos ocho goles, sólo tres han sido en LaLiga Santander, completando una campaña tremendamente decepcionante a pesar de tener muchísimas oportunidades. Una cifra muy pobre, la peor de toda su carrera, que desata las críticas de la afición y ciertas dudas en parte de la directiva.