Un fichaje que no termina de arrancar en el Atlético de Madrid. Y no será por falta de tiempo, pues Andrea Berta y Miguel Ángel Gil Marín cerraron su llegada hace ya cuatro años. Pero entre unas cosas y otras, con muchas lesiones de por medio y un rendimiento más que dubitativo, lo cierto es que no ha terminado de arrancar. Hablamos, claro de Thomas Lemar.
Un Lemar que este martes vuelve a la convocatoria ante el Brujas. El francés ya se perdió los partidos ante el Sevilla el Real Madrid, y la Real Sociedad en LaLiga Santander y también el del Bayer Leverkusen en la Champions League por distintas molestias musculares. Molestias que ya han llegado a su fin y que le permiten estar a disposición de Simeone en tierras belgas.
Otra cosa será su aportación. En principio, no apunta a la titularidad tras un mes sin jugar y muchas dudas cuando lo ha hecho. En el campeonato doméstico fue titular en tres partidos, entre ellos los dos primeros del curso, pero no ha terminado de mostrar su mejor versión. Tampoco mostró esa versión el curso pasado. Sí el anterior, en un Atlético campeón que rindió a gran nivel, pero sus dos primeras temporadas también fueron muy pobres.
Más sombras que luces, en definitiva, para un Lemar que empieza a perder su crédito. Un fichaje de 72 millones de euros que nunca ha terminado de rendir como tal y que, por cierto, ha protagonizado otra de las numerosas operaciones fantasma del pasado verano en el Metropolitano.
El pasado 20 de julio, el Atlético filtró a todos los medios las renovaciones de Oblak hasta 2028 y de Lemar hasta 2027. Casi tres meses después, todavía no ha anunciado de manera oficial ninguna de estas operaciones para dos futbolistas cuya vinculación acababa, en principio, a final del presente curso. El francés, en este caso, no se ha ganado esa continuidad, aunque esa renovación fantasma podría tener detrás un interés más económico que deportivo, como pasó con Felipe.