En el minuto 75 del partido contra el Valladolid, ya decidido con un 3-0 a su favor, Diego Simeone dio entrada a Memphis Depay, al que le bastó con un cuarto de hora para dar muestras de algunos de sus recursos y sus posibilidades, en el inicio del desafío que se propone con el Atlético de Madrid de reencontrarse con su mejor versión del Lyon.
Nada más acumula dos entrenamientos, tan solo fue su primer encuentro, cuando reemplazó a Álvaro Morata y fue ovacionado por el público del Metropolitano, y tan sólo fueron algunos detalles, como un gran pase y un regate, a la espera de más recorrido y protagonismo en próximos partidos, quizá ya el próximo jueves en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.
Simeone tiene un reto para él. "Quiere que esté listo cuanto antes. Me conoce bien por el tiempo que estuve en el Barcelona y en Lyon. Yo le gusto como jugador. Quiere que alcance la forma que tuve en el Lyon (76 goles y 52 asistencias). Va a ser un desafío para mí", dijo el delantero neerlandés de 28 años durante su presentación en el Metropolitano de este viernes, en la víspera de su estreno.
La referencia está fijada. Después de su fallida aventura en el Manchester United, cuando aterrizó en el club inglés con 21 años, tras sobresalir en el PSV Eindhoven (entre 2011 y 2015, desde su debut con la plantilla profesional con el conjunto neerlandés con tan solo 17 años jugó 124 encuentros, 90 como titular, marcó 50 goles y dio 21 a sus compañeros) resurgió de manera formidable en Lyon, cuando fue traspasado por 16 millones de euros.
Salvo en sus primeros pasos por su país, cuando jugaba de extremo izquierdo, con una producción asombrosa que impresionaba en Europa, cuando en 2013-14 marcó 14 goles en 43 choques, pero, sobre todo, cuando en 2014-15 desbordó toda las expectativas con 28 dianas en 40 duelos, no ha alcanzado el nivel al que jugó en Francia en ningún otro sitio.
No lo hizo en el citado United, relegado a tan solo siete goles y tres asistencias en sus 28 partidos de titular, apenas un 52 por ciento de los encuentros disponibles (53), en su paso por Old Trafford en 2015-16 y 2016-17, ni tampoco lo ha hecho en toda su extensión en el Barcelona, sin el protagonismo de otros lugares, con una buena cuota de goles (14), pero con tan solo cuatro encuentros en este curso a las órdenes de Xavi Hernández.
El ejemplo es Lyon. Desde su debut el 22 de enero de 2017, con un triunfo por 3-1 contra el Marsella, cuando entró desde el banquillo para su estreno, hasta su último duelo, el 23 de mayo de 2021, con dos asistencias suyas en la derrota por 2-3 con el Niza en la trigésimo octava jornada de la Ligue 1 del curso 2020-21, cuando se despidió del equipo galo, con 178 partidos, 149 de inicio, 76 goles, 52 asistencias y una contribución ofensiva de 128 tantos.
Necesita goles el Atlético. Él asume la presión. "Los goles van a llegar", anunció en la víspera de su debut con el conjunto rojiblanco en el Metropolitano. "El fútbol es mucho más que sólo goles. Me encanta dar asistencias y ver cómo otro marca el gol. De mí se espera que marque goles. A los jugadores creativos también les gusta crear oportunidades y hacer un buen fútbol. Pero sé que, a final de cuentas, tengo que marcar goles". Ya ha debutado.