Menos mal que no se juega nada el Atlético de Madrid en el duelo ante el Villarreal CF, más allá de ser segundo o tercero. Porque el escándalo arbitral ha vuelto a ser mayúsculo. Y es que Aissa Mandi ha parado un disparo de Griezmann que era gol sobre la línea con el brazo izquierdo... sin que se haya decretado penalti, aunque parezca increíble.
De Burgos Bengoetxea y el linier no señalaron la pena máxima en primera instancia. Pero es que luego, pasados unos segundos, indicó a los jugadores colchoneros, incrédulos, que no había penalti mientras hacía el gesto de separar el brazo y detener la pelota. Lo único que se puede entender es que en el VAR entiendan que Mandi se iba a apoyar en el suelo con ese brazo, pero es que aún no estaba ni mucho menos apoyado.
La situación ha sido tan surrealista que hasta Simeone se ha empezado a reír en la banda al ver que el colegiado no decretaba la pena máxima. Cabe recordar que al Atlético sólo le han pitado un penalti a lo largo de toda la temporada a pesar de pedir muchos más, algunos de ellos muy claros, a lo largo del curso.