El Atlético de Madrid necesita dos salidas, "al menos", según confirmó Miguel Ángel Gil Marín hace unos días en un comunicado oficial. El consejero delegado del club rojiblanco asegura que para contratar un medio centro y cumplir con los requisitos del control económico de LaLiga se deben marchar un par de jugadores. Uno es Joao Félix, eso parece claro. El otro abre la situación a varios nombres, pendiente de la demanda del mercado y con las puertas abiertas a Saúl Ñíguez.
Y es que Saúl mantiene el papel secundario en el esquema de Simeone del pasado curso, alterado en el tramo final de la última campaña de forma puntual, según parece por el desarrollo de la pretemporada, que alimenta la incógnita sobre su rol en el equipo y sobre su futuro. En el último amistoso frente al Sevilla no disputó ningún minuto.
El ilicitano, de hecho, es uno de los jugadores con ficha del primer equipo con menos minutos en pretemporada: sólo 120', los mismos que un Depay con un rol bien distinto en el equipo. Sólo Javi Galán y Mouriño, con 90 minutos cada uno, han jugado menos que Ñíguez, dejando a un lado en esta lista a un Joao Félix inédito y a Giménez, Nahuel y Reinildo, que ni viajaron a la gira por distintas lesiones.
Saúl tiene una de las fichas más altas en la plantilla rojiblanca. Aún con contrato durante tres temporadas más, hasta 2026, el jugador no tiene asegurada su continuidad en el Atlético en estas últimas semanas de mercado pese a que el club anunció su cambio de dorsal, recuperando de nuevo el '8'.
Arabia Saudí ya se interesó en su situación y equipos como el Rayo también tantearon su fichaje hace varias semanas. Hace dos años ya se marchó a última hora al Chelsea... y no se descarta que pueda protagonizar un movimiento similar a finales de agosto.