Cuando peor lo pasaba el Atlético de Madrid con el Granada, ahí apareció Memphis Depay. El neerlandés, que salió revolucionado al partido, se sacó de la manga un misil que entró por la mismísima escuadra de André Ferreira.
Ya entró con ganas Memphis, pero se dejó lo mejor para el momento en el que el Granada había igualado el tanto inicial de Álvaro Morata. Carrasco le dio una pelota a 25 metros de portería y no se lo pensó. Sin carrerilla, el internacional con la 'Oranje' se sacó un trallazo imposible para el meta del Granada que limpió las telarañas de la escuadra.