El Atlético de Madrid está de vuelta con su dinámica ganadora. Su victoria frente al Osasuna demuestra que el resultado del derbi no fue fruto de un arreón puntual pero los de Simeone tendrá que lidiar con tres problemas que, aunque prevén solucionarse para 2024, condiciona demasiado el partido de este domingo contra el Cádiz.
En primer lugar está uno de los grandes debates en el club rojiblanco: el pivote. En el comienzo de temporada se ha pagado caro la ausencia de Koke Resurección y, tras su reciente recuperación, el madrileño es el único "5" disponible para este fin de semana.
Saúl Ñíguez no convence y las lesiones de Pablo Barrios y Rodrigo de Paul no dejan margen para que el capitán pueda tener una posición más adelantada de lo que le gustaría. Después de un mes de lesión aún no está recuperado al 100% pero es el único disponible para ocupar el puesto de pivote contra los gaditanos. Una consecuencia que evidencia el error de Gil Marín por no haber traído un mediocampista más este verano para estas circunstancias.
En la delantera tampoco ganan para disgustos ya que el Atlético recibirá el próximo domingo al Cádiz sin tres de sus cuatro delanteros: Álvaro Morata, por su expulsión y la consiguiente sanción en el partido de este jueves ante Osasuna; Memphis Depay, con una lesión en el sóleo a la espera del parte médico definitivo del club; y Ángel Correa, que se recupera de un esguince de rodilla de grado 1 sufrido en el derbi del pasado domingo ante el Real Madrid.
De los cuatro atacantes naturales de la plantilla, sólo Antoine Griezmann estará disponible para Diego Simeone para el choque del próximo domingo en el Metropolitano, aunque tiene varias opciones alternativas a las bajas del resto de delanteros, como Marcos Llorente, Samuel Lino o Rodrigo Riquelme, que ya han jugado en esa posición.
Sumando a los casos anteriores las sensibles bajas de Caglar Soyuncu, Stefan Savic, Reinildo Mandava y Thomas Lemar, los rojiblancos solo dispondrán de doce jugadores de campo para el partido de este domingo.
Un equipo que pone al límite el físico del Atlético después de la alta exigencia del pasado derbi sumada a una jornada intersemanal. Ganar sigue siendo una obligación para escalar puestos en la clasificación (quintos a seis puntos del liderato con un partido menos) y los recuerdos en casa contra el Cádiz invita al optimismo (5-1). Sin embargo, la bola de lesiones sigue haciéndose más grande cada semana y no hay duda de que el duelo de la octava jornada será un esfuerzo extra para sumar la tercera victoria consecutiva.