En un Atlético de Madrid más goleador en plena racha de triunfos en casa, con 47 tantos a favor en 20 compromisos (2,35 por choque) tras los dos tantos al Almería, esto reincide en un equipo más goleado que antes. Es la segunda temporada con una media de goles en contra más alta de la era Simeone, en el global de casa o fuera, con 20 en 20 encuentros. Un promedio de uno por partido.
La única que lo empeora es el curso 2021-22, con 57 goles recibidos en 51 choques (1,11 por partido).
Las demás son mejores en ese sentido defensivo: 0,93 la pasada campaña; 0,77 en 2020-21, la última vez que fue campeón de la Liga; 0,8 en 2019-20; 0.86, en 2018-19; 0,61, en 2017-18; 0,77, en 2016-17; 0.54, en 2015-16; 0,76 en 2014-15; 0,72 en 2013-14; y 0,76, en 2012-13.
Igualmente, la actual es la temporada con menos partidos imbatido. Son seis de veinte. Un 30%.
Las demás bajo la dirección del técnico argentino presentaron un porcentaje más alto, desde el 61% de 2015-16, la mejor de todas en ese apartado, con 35 porterías a cero en 57 choques, hasta el 31% de 2021-22, la peor de todas hasta ahora, con 16 en 51 encuentros.
En su visible expresión ofensiva, mucho más potente en su campo que fuera, hay más exposición defensiva. Pero lo sucedido ante el Almería no corresponde a eso. Fue un asunto de actitud, intensidad e interés después del 2-0 a su favor. Cuando apareció el 2-1, el Atlético tembló, agarrado a su portero Jan Oblak para no caerse de bruces en el encuentro.
Y es que este Atlético más frágil atrás se mantiene gracias a un poderío ofensivo que les permite, con 32, ser el tercer club más goleador de LALIGA por detrás de los 38 del Girona y los 34 del Real Madrid con un partido menos. Números que destacan sobre todo en Champions, con 15 goles en cinco encuentros para colocarse como los máximos anotadores igualados con el Arsenal y el Manchester City.