El Atlético de Madrid regresó al trabajo tras la derrota sufrida a manos del Athletic Club en el Nuevo Estadio de San Mamés. El conjunto colchonero, de la mano de su técnico Diego Pablo Simeone, volvió a los entrenamientos con la mente puesta en el derbi de este martes que les enfrentará al Getafe de José Bordalás. El punto clave del entreno estuvo en las conversaciones que tuvieron lugar durante la preparación por parte del técnico con dos jugadores del Atlético de Madrid
Primero, la que tuvo lugar durante un cuarto de hora entre el técnico y el capitán del equipo colchonero, Koke Resurrección. Una charla que estuvo marcada por el traspié ante el Athletic y la mala racha del equipo en los encuentros que no se disputan en el Cívitas Metropolitano. Según Mundo Deportivo, ambos admitieron que el equipo no daba la talla y que estaban encontrando dificultades para sacar adelante los encuentros a domicilio.
La siguiente conversación fue entre el técnico, su mano derecha, Gustavo López, y el lateral diestro Nahuel Molina. El futbolista es muy importante para el Cholo y, como ya hizo con Ángel Correa hace algunas fechas, ahora tuvo un aparte con el también argentino del Atlético de Madrid. En este caso, el carrilero fue sustituido en el descanso, como ya sucedió ante el Barcelona, y, muy probablemente, quiso darle un toque de atención al de Embalse.
El entrenamiento contó con los suplentes, mientras que los que habían jugado desde el inicio hicieron el trabajo en el gimnasio, y contó con mucha intensidad hasta el punto de que dos jugadores tuvieron un pique durante un partidillo. Memphis Depay se quejó de la intensidad marcada por Reinildo durante el encuentro en espacio reducido. Una discusión que no acabó a mayores tras terminar todo en un abrazo entre ambos jugadores colchoneros.