El Atlético de Madrid se la pegó en San Mamés en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey ante un Athletic muy superior, sobre todo en las áreas. Y Enrique Cerezo ni siquiera se quedó a ver el final del partido. El presidente colchonero abandonó el campo del coliseo bilbaíno poco antes de que el colegiado, Martínez Munuera, hiciera sonar tres veces su silbato. Antes, eso sí, explicó a su homólogo Jon Uriarte el motivo.
Según informó la periodista Mónica Marchante en Movistar, Cerezo tenía planeado irse de San Mamés antes del pitido final desde antes que arrancara el choque. El motivo no era otro que su plan de viaje, pues se ha marchado de vuelta a Madrid en coche y quería evitar el atasco típico de los partidos cuando se acaban los encuentros, con todo lo que ello supone en cuanto a movilidad.
Los jugadores del Atlético, por su parte, tenían en su plan de viaje ir en autobús hasta Vitoria, a casi una hora por carretera, y luego allí coger un avión hasta la capital madrileña. Todo ello tras acabar el encuentro, pasar por vestuarios, ducharse, recoger el material y atender a los medios de comunicación.
Cerezo se lo explicó a Uriarte y se marchó de manera cordial del palco antes de ese pitido final, saludando también a otros directivos que estaban presenciando la semifinal.