El Deportivo Alavés se llevó la victoria por 2-0 ante el Atlético de Madrid en un partido en que los babazorros se acercan a la salvación aprovechando la derrota del Cádiz ante un conjunto rojiblanco que ve cómo el Athletic le recorta un punto por la cuarta plaza. Un nuevo palo para los de Simeone tras la eliminación en Dortmund con los tantos de Carlos Benavídez en el arranque y la obra de arte de Luis Rioja en el descuento.
Un choque en el que ya desde el inicio se vio que el Alavés tenía un punto más de competitividad. El Atlético no estuvo cómodo en ningún momento sobre el campo ni colectiva ni individualmente, con varios jugadores señalados con errores impropios de su categoría.
Esas pérdidas del Atlético las aprovechaba el Alavés para formar sus ataques, incidiendo por la banda de un Nahuel Molina que sigue lejos de su nivel. Al cuarto de hora, Benavídez recogió un despeje de Koke y puso la pelota con calidad desde la frontal a la esquina inferior de la portería, lejos del alcance de Jan Oblak.
Un tanto que pudieron ser dos ya que, apenas un minuto después, Giuliano Simeone perdonó el que hubiera sido su primer gol en la máxima categoría en el encuentro ante su padre. El argentino fue uno de los protagonistas con su primera titularidad en el Alavés y cuajó un partidazo ante su progenitor y el equipo que posee sus derechos.
La polémica llegó después de que Gil Manzano señalara un penalti en el tiempo de descuento por una mano de César Azpilicueta que terminaría anulando. El colegiado extremeño, tras la llamada del VAR y la consulta del vídeo, entendió que el defensa navarro, que tocó el balón con la mano tras golpear primero con la cabeza, lo hizo de manera involuntaria al estar desequilibrado por el choque con Kike García.
Un Kike que se las tuvo tiesas con la defensa del Atlético de Madrid durante el tiempo que estuvo sobre el campo. Un ejemplo de ello fue el empujón a Stefan Savic que sacó al montenegrino del campo y que provocó que saltaran chispas en cada balón dividido.
Simeone, como sucedió en Dortmund, buscó 'remover el avispero' en la segunda mitad, aunque esta vez con un solo cambio, el de Saúl por Rodrigo de Paul. Lo cierto es que el Atlético arrancó con otra cara y dispuso de una volea de Koke en el primer minuto tras la reanudación pero Giuliano quiso confirmar que era su tarde.
El hijo mediano de Simeone realizó un jugadón con dos caños consecutivos sobre Nahuel Molina y Saúl antes de recibir la falta del propio futbolista ilicitano. De ahí a otra nueva ocasión alavesista con un balón largo que nadie en la defensa del Atlético de Madrid supo despejar y que Kike mandaría arriba.
La entrada de Rodrigo Riquelme fue de lo poco que logró activar al Atlético de Madrid, aunque ahí ya el Alavés había decidido replegarse con un bloque muy bajo para evitar opciones rojiblancas mientras que jugadores de los dos equipos se cargaban de amarillas.
La más clara llegó en el minuto 77 en una gran combinación del Atlético que terminó con un disparo de Samuel Lino abajo bien blocado por Antonio Sivera sobre la línea. El meta babazorro volvería a ser protagonista poco después sacando la mano ante un trallazo complicado de Ángel Correa.
Tras esas dos ocasiones se repitió la tónica de los minutos anteriores hasta el final mientras los jugadores del Alavés reclamaban la expulsión de José María Giménez por un codazo. La sentencia llegaría ya en el tiempo de descuento, con una obra de arte de Luis Rioja. El sevillano cazó con una espectacular volea un centro de Carlos Vicente y puso el 2-0 que deja a los vascos 10 puntos por encima del descenso y obliga a los colchoneros a pelear la Champions hasta el final.