El Atlético de Madrid siempre ha estado ligado al fútbol argentino. El último ejemplo se tiene con el técnico rojiblanco Diego Pablo Simeone, Nelson Vivaso Gustavo López, y los futbolistas Nahuel Molina, Ángel Correa y Rodrigo De Paul. Años atrás ha tenido otros ocupantes en el banquillo históricos como el malogrado Luis César Menotti, que ocupó el banquillo colchonero en la 1987-88 y que muchos aficionados recuerdan gracias a la goleada al Real Madrid en su estadio por cero a cuatro. Un encuentro en el que tuvo como colegiado del encuentro a Enriquez Negreira.
Se trata de una de las cuatro veces que ha tenido lugar una diferencia tan grande de goles entre ambos clubes. Un partido marcado tanto por los goles como por la expulsión de Milos Jankovic pasada la media hora del partido. El colegiado, tras el partido, señaló que la razón de la expulsión fue el insulto que le propinó el jugador. "Me llamó hijo de puta", expuso, añadiendo que "lo hizo en castellano puro".
El partido tuvo lugar el 7 de noviembre de 1987, jornada 10 de aquel curso. El once que compuso el técnico argentino estaba compuesto por Abel Resino, Tomás, Goikoetxea, Arteche, Juan Carlos, Eusebio, Alemâo, López Ufarte, Salinas y Futre. Posteriormente harían entrada al campo Quique Ramos por Eusebio y Quique Setién por Julio Salinas. Delante Leo Beenhakker situó a Buyo, Chendo, Sanchís, Tendillo, Solana, Gordillo, Martín Vázquez, Jankovic, Michel, Butragueño y Hugo Sánchez. El balcánico fue expulsado en el minuto 38 y entraron al campo Santillana y Paco Llorente por Sanchís y Gordillo, respectivamente.
Se había puesto por delante el Atlético de Madrid tras una gran jugada de Julio Salinas marchándose de su par con un movimiento técnico de calidad y superando por bajo a Buyo. Pasada la media hora, Futre robaba el esférico a Jankovic cerca de la frontal del área llegando a la portería madridista acompañado de Julio Salinas. Sin embargo,el luso buscó de forma errónea la jugada individual siendo atajado el disparo por el guardameta gallego. Lo que permitía que el Real Madrid iniciara el contragolpe. No obstante, el árbitro paró el juego y expulsó al central merengue ante la queja de varios futbolistas blancos.
Exactamente, el minuto 38. Lo que llevaba a jugar una parte entera y los siete últimos minutos del primer acto con un jugador menos al cuadro merengue. Algo que sabría aprovechar el Atlético de Madrid. Reiniciado el partido en la segunda mitad Paulo Futre recibía la pelota en la frontal y, tras superar a Chendo, golpeaba por bajo al palo izquierdo de la portería de Buyo, que nada pudo hacer para atajar el esférico.
El Real Madrid estaba echado hacia delante buscando el empate, lo que aprovechó el cuadro rival que había comenzado el encuentro con mucha fuerza y presionando en todo momento al que tenía el esférico. Una presión que comenzaba, especialmente, en el mediocampo con la línea atacante buscando impedir que el cuadro merengue circulara con calidad el esférico.
El equipo madridista estaba partido, un grupo de jugadores buscaban el gol y otros hacían lo posible por impedir el tanto colchonero. Algo que llegaría en las botas del López Ufarte, en una nueva jugada de los de Menotti que superaron la espalda rival y tras vencer a Buyo colocó el 0-3 en el minuto 74. Conseguiría su doblete diez minutos después y nuevamente la espalda de la defensa merengue era superada por la ofensiva impuesta por el técnico argentino. Un cero a cuatro que se trata de una de las mayores goleadas obtenidas en un derbi.
Una victoria que situaba al cuadro rojiblanco segundo en la jornada 10 a un punto de los del Santiago Bernabéu. Una de las 18 victorias que sumó Menotti para su estadística en los 35 encuentros que dirigió al equipo colchonero en aquel año antes de ser relevado por José Armando Ufare en la jornada 30. Una Liga que ya conocía tras su paso por el Barcelona un par de temporadas después.