El Atlético de Madrid arrancó LALIGA EA Sports con su visita al Villarreal en la jornada 1, en una fecha marcada por el estreno de Julián Álvarez y por el calor que llevó a los dos equipos a realizar una pausa de hidratación. En otros encuentros hemos visto cómo LALIGA colocaba una cámara con un micrófono con pértiga en medio de la charla habitual en este minuto, pero Diego Pablo Simeone no lo permitió.
El Cholo, canchero como pocos, mandó al staff rojiblanco que alejaran la cámara antes de reunir a sus futbolistas en un corro y dar indicaciones a los futbolistas. Una decisión que tenía además mucho que ver con la presencia en la grada de Marcelino García Toral, que arrastraba una sanción desde la pasada temporada por su rajada tras el 4-4 ante el Real Madrid.
Diego Pablo Simeone miró desafiante a la cámara y reunió a sus futbolistas a su alrededor, pero ya en una posición alejada para que no se pudiesen escuchar sus palabras en la retransmisión televisiva. Además, se cubrió con sus jugadores colocándose de espaldas para que tampoco se le pudieran leer los labios.
No le sirvió de mucho, eso sí, esta acción a Simeone ya que, justo a la reanudación del juego, el Atlético de Madrid volvería a verse por debajo en el marcador. Y eso que estuvo a punto de finiquitar la remontada con un remate de Samuel Lino que se topó con el palo pero sería el Villarreal el que marcó en la jugada siguiente.
Lo hizo tras un error de Jan Oblak, que finalmente partió de inicio en La Cerámica una vez superados los problemas físicos que le han tenido entre algodones toda la pretemporada. Tras salvar Witsel un primer disparo de Danjuma, el meta esloveno y el defensa belga no se entendieron para despejar un centro de Álex Baena y la pelota terminó golpeando en Koke para colarse en el fondo de la red.