Robin Le Normand ha regresado a los entrenamientos. El central sufrió un fuerte golpe en la cabeza durante el derbi contra el Real Madrid a finales de septiembre. Las pruebas médicas confirmaron que padecía un "traumatismo craneoencefálico con hematoma subdural". No se estableció un tiempo de baja concreto, ya que este tipo de lesiones dependen en gran medida de la evolución del jugador y del hematoma.
Sus primeros días en el gimnasio del Cerro transcurrieron en completa soledad, con excepción de los readaptadores del club. Los entrenamientos se realizaban en horarios en los que no había compañeros, ruidos ni nada que pudiera alterar la calma necesaria para la recuperación de su cerebro. No solo se limitaba el trabajo de tonificación muscular a ejercicios de baja intensidad, sin impactos ni saltos, sino que también se recomendaba evitar cualquier tipo de interferencia ambiental, como música, voces o el ruido de las máquinas.
Con el césped fuera de su alcance, los primeros días de Le Normand transcurrieron entre el gimnasio y las consultas médicas. De hecho, el aumento de la carga física estaba condicionado por la aprobación de los médicos. Así, lo que inicialmente consistiría en trabajo aeróbico de baja intensidad, daría paso progresivamente a esfuerzos mayores. Sin embargo, su progresión tenía una limitación importante: la persistencia del edema. De hecho, hasta que el hematoma no desapareciera por completo, no se permitiría su exposición al contacto físico.
Su disposición es total para estar a su nivel competitivo cuando los médicos autoricen su reincorporación al grupo. Se espera que este visto bueno llegue dentro de dos semanas, tras el parón, por lo que se prevé que su regreso a los terrenos de juego no se demore mucho más allá de la visita del Atlético al Alavés el sábado 23 de noviembre, aunque para esa fecha podría llegar algo justo. Según los medios, "su vuelta tiene que producirse en condiciones totalmente seguras para su salud".
La ausencia del central ha sido muy notoria en el Atlético de Madrid. Antes de su lesión, estaba ofreciendo un rendimiento excelente y la mejora defensiva del equipo era claramente visible. Con él en el campo, el equipo solo había encajado 4 goles. Sin su presencia, esa cifra ha subido a 12.