Jan Oblak se marcha de Butarque con una mano vendada en hielo

El Atlético de Madrid sufrió más de lo esperado en su visita a Butarque, pero una de las imágenes que más preocupación generó entre los aficionados colchoneros fue la de Jan Oblak abandonando el estadio con la mano derecha envuelta en hielo. Aunque el arquero completó los 90 minutos, el golpe que sufrió en la primera jugada del partido dejó dudas sobre su estado físico de cara a los próximos compromisos del equipo.

El golpe de Oblak en la primera jugada

El partido no había hecho más que empezar cuando Oblak tuvo que estirarse hacia su derecha para desviar un potente disparo de Juan Cruz. En la acción, su mano derecha chocó con el poste, lo que le provocó un dolor evidente. El arquero esloveno pidió asistencia médica inmediatamente, algo poco habitual en él, lo que generó cierta alarma tanto en el cuerpo técnico como en los aficionados.

Aunque la situación pareció grave en un primer momento, Oblak decidió continuar en el terreno de juego. Su sustituto, Juan Musso, llegó a prepararse en el banquillo, pero no fue necesario su ingreso al campo.

El esloveno mencionó en zona mixta sobre el incidente con el palo: "Me he dado un golpe con el palo. Espero que no sea nada grave".

Preocupación de cara a la Champions

Aunque Oblak logró finalizar el encuentro, las imágenes posteriores generaron inquietud. El portero fue captado en la zona mixta con un vendaje en su mano derecha, acompañado de una bolsa de hielo para reducir la inflamación.

Ahora, el Atlético de Madrid está a la espera de los resultados de las pruebas médicas que determinarán el alcance de la lesión. La prioridad del cuerpo técnico es contar con su portero titular para el crucial partido de Liga de Campeones contra el Bayer Leverkusen, pero no arriesgarán si no está al 100%.

El análisis de la derrota para Oblak

Con la derrota ante el Leganés, el Atlético puso fin a una racha de 15 partidos invictos en todas las competiciones. Oblak no eludió la autocrítica tras el partido: “No hemos entrado bien, había una energía apagada de parte nuestra. Hemos tenido ocasiones, pero cuando no entras como tienes que entrar, con la energía que pide el partido, el gol no llega. No hemos estado bien, con la energía suficiente para ganar el partido. El Leganés ha ganado y, después de 15 partidos, hemos perdido. Hay que mirar hacia adelante”.

El portero esloveno insistió en la importancia de la intensidad: “No debería pasar, pero ha pasado. Lo más fácil ahora es hablar de que hemos estado fatal, que tampoco lo creo, pero con un poco más de energía podríamos dar la vuelta. Hemos tenido ocasiones, hemos perdido e infelizmente se acabó la racha”.