Saúl Ñíguez no olvida sus raíces. El futbolista del Sevilla, uno de los capitanes del plantel, ha atendido a ElDesmarque en las horas previas al encuentro que disputará este fin de semana ante el FC Barcelona pero, como no podía ser de otra manera, tuvo tiempo para recordar su pasado en el Atlético de Madrid... con un mensaje directo al Real Madrid.
Desde la distancia, pero no con los ojos cerrados. Saúl Ñíguez no es ajeno a todo lo vivido durante la semana con el comunicado del Real Madrid sobre el arbitraje y aunque asegura que "no he leído nada", sí manda un dardo importante: "Siempre pasa algo".
"Siempre pasa algo. Siempre que hay un derbi, siempre pasa algo. Pueden hacerlo en otro momento, pero siempre lo hacen en el momento que juegan contra Atleti. Esa semana siempre hay algo en la capital, siempre pasa algo por esa parte. No lo comparto, entiendo que, como lo he vivido, los árbitros se pueden equivocar, a veces a favor, a veces en contra, pero no creo que sea la forma", comentaba.
En esta misma línea, el ex del Atlético de Madrid, insistía en que "igual es para meter presión por un lado u otro, pero siempre pasa algo; a veces un comunicado, otras veces igual es que Griezmann se va o que alguien se ha peleado en un entrenamiento. Siempre sale algo en la prensa, imagino que todos quieren jugar sus papeles para beneficiarse".
Mucho más relajado, Saúl Ñíguez recuerda sus inicios en el Atlético de Madrid y al ser cuestionado por su dorsal, que suele sumar 8 (el '8', el '17' o el '26'), recuerda que el '26' solo lo llevó en un encuentro, pero que todo llega desde el Rayo Vallecano.
"Mi primer dorsal en Primera es el '22', pero en el Atleti lo intenté coger y no pude. Me quedé con el '17' porque lo había llevado mi amigo Manquillo. Luego esperé a que Raúl García dejase el '8' y después lo cogió Kranevitter. Después tuve la suerte de coger ese dorsal", recuerda.
"Cuando volví del Chelsea, el '8' lo tenía Griezmann, hablé con él y me lo iba a dejar, porque él quería el '7', pero el club decidió que no era lo mejor. Supongo que no contaban conmigo y pusieron algunas complicaciones", nos cuenta sin querer señalar a nadie. "Grizzi lo liberó, pregunté y pusieron complicaciones, sobre todo una persona. Después tuve la suerte de cogerlo y ahora, por suerte, lo tiene un canterano como Pablo Barrios".
A pesar de esa espina clavada, Saúl no se olvida de lo suyo y cuando mira al futuro no escapa: "Ya sabes, partido a partido, es un lema que me han quemado en la piel".
Lo que tendrías que hablar menos y centrarte en jugar,menudo paquete