Julián Álvarez se está convirtiendo en un ídolo para la afición del Atlético de Madrid. Y no es para menos. Lleva ya 20 goles y cinco asistencias en los 38 partidos disputados, superando los números que consiguió en su mejor temporada en el Manchester City.
Ya ha conquistado Montjuic con su gol en semifinales de Copa del Rey y también lo hizo en el Bernabéu, anotando el primer gol del derbi madrileño. Julián Álvarez sorprendió a todos marcando de Panenka ante Thibaut Courtois y silenciando a todos los aficionados del Real Madrid.
Durante una entrevista en Infobae, el delantero argentino desveló como se planeó su Panenka. "Lo había pensado como dos días antes. En los entrenamientos pateé cinco o seis. Y en el último la piqué para probar. El día previo también le pateé uno a Juan Musso y también se la tiré al medio", comentó.
"Estaba un poco nervioso, porque por ahí levanta la cabeza... Pero al final estaba convencido de que iba a ser gol y por suerte lo fue", desveló de lo que sintió tras ver la pelota entrando en el Bernabéu. Un tanto que hizo a Courtois, pero que nunca haría al Dibu Martínez. "Te salgo a correr", dijo el portero del Aston Villa.
"Seguro que es capaz. Pero bueno, no sé, la verdad que no sé dónde le patearía todavía al Dibu. No sé. Vamos a ver si algún día le tengo que patear. En la Premier no le pude meter ninguno. Pero iría convencido. Si lo hago, se lo festejo", augura en Infobae.
Julián Álvarez corrió hacia la esquina tras el gol con el Atlético y dejó una celebración que muchos recuerdan a Leo Messi. Manos en alto, con los dedos al cielo y la mirada al infinito. Un gesto que el argentino del Inter de Miami ya había realizado en el Bernabéu.
"No lo hice por Leo. Lo hice porque mi madre me dijo que si marcaba un gol, lo dedicase al cielo; para recordar a mi abuelo, que no conocí pero mi madre me dijo que si me hubiese conocido me habría querido más que a su vida", recuerda.