El Atlético de Madrid ha temido por unos instantes por su jugador Pablo Barrios. El jugador rojiblanco ha sido atendido sobre el césped nada más comenzar la segunda parte del partido contra el Osasuna por un golpe en la cabeza. Una imagen que ha preocupado en un principio por la insistencia de los jugadores del Atlético de Madrid pidiendo la asistencia médica para su compañero.
El jugador se ha desplomado después de un ataque prometedor del conjunto rojiblanco en el área rival después de que Barrios pusiese un centro en una posición muy forzada. Pablo ha sufrido un golpe muy desafortunado en la cabeza en un choque con Marcos Llorente y Simeone no ha dudado en mandar calentar rápidamente a Nahuel Molina. Finalmente, se ha completado el cambio acogiéndose al reglamento por una conmoción cerebral, lo que ha permitido que tanto el Atlético de Madrid y el Osasuna tuviesen una ventana adicional para realizar un sexto cambio si fuese oportuno.
Antes incluso de producirse el cambio, Marcos Llorente ha hecho un gesto muy tranquilizador al banquillo sobre la lesión de su compañero y, felizmente, todo apunta a que el cambio ha sido más por precaución. El propio Pablo Barrios no ha necesitado la camilla y ha acabado abandonando el terreno de juego por su propio pie mientras la afición de El Sadar le brindaba una ovación. Tras recorrer todo el fondo y la banda del estadio del Osasuna, finalmente ha llegado al banquillo sin mostrar ningún gesto que pudiese preocupar sobre su estado.
El conjunto rojiblanco ha decidido aprovechar la ventana del cambio por permitirse que fuese por una conmoción cerebral y en las próximas horas se le harán más pruebas al futbolista para descartar una posible lesión.
Los de Simeone no han sufrido muchas lesiones esta temporada y no quieren tener ningún susto de cara al Mundial de Clubes, el trofeo que más ansía la afición para esta temporada. La baja de Pablo Barrios sería muy sensible por ser una pieza fundamental en el esquema del Cholo durante toda la temporada. Por eso, lo primero que han hecho el capitán Koke y Julián Álvarez cuando han sido sustituidos ha sido preguntar a su compañero por cómo se encontraba. Un gesto que delata la importancia del joven centrocampista y la preocupación que se ha vivido en El Sadar.