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Se lleva el puñetazo de su vida para marcar gol y sus compañeros le obligan a celebrar: su cara lo dice todo

Kevin Behrens recibe el puñetazo y celebra junto con sus compañeros.
Escribo de todo, y a veces incluso lo hago bien.

Kevin Behrens fue uno de los protagonistas en la última jornada de la Bundesliga. El jugador se llevo un puñetazo para marcar el gol del empate del Union Berlin contra el Borussia Mönchengladbach. Tras el golpe, los compañeros le obligaron a celebrar el tanto con la afición. Lo nunca visto, en el vídeo superior.

Un partido de locos

Los de Urs Fischer supieron sugrir en un partido que tuvo de todo. El partido se disputó en el Stadion An der Alten Försterei, estadio del FC Union Berlin. El Borussia Mönchengladbach se adelantó en el marcador con un cabezazo de Nico Elvedi tras un córner botado por Lars Stindl en minuto 33. 

Los berlineses subieron las líneas y presionaron al rival hasta que en el minuto 79, Kevin Behrens, como hemos visto en el vídeo superior, puso el empate para los locales. La alegría se apodró de todos momentáneamente minutos después cuando Christopher Trimmel cabeceó a gol un centro de Julian Ryerson. Sin embargo, la jugada fue anulada por fuera de juego. 

Hubo que esperar hasta el último minuto del tiempo añadido para que Danilho Doekhi rematase otro balón hacia la red, esta vez puesto por Jamie Leweling. 

Kevin Behrens, dolorido tras recibir un puñetazo y anotar el empate.

Puñetazo... del Union Berlin a la Bundesliga

La Primera División alemana está que arde. El FC Union Berlin supo mantener la primera posición en un partido en el que tuvieron que sufrir hasta el último minuto. Como también se puede visualizar en el vídeo superior, los berlineses marcaron en el +7 de añadido para llevarse los tres puntos. La victoria sirvió para mantenerse en cabeza con 26 puntos. El Bayern de Múnich les persigue con tan solo un punto menos.

Queda mucha liga, pero habría que remontarse a 2012 para encontrarse al último equipo que le arrebató la competición al Bayern de Múnich. Fue el Borussia Dortmund de Klopp y Lewandowski tras una liga casi perfecta en la que superaron al Bayern de Heynckes, Robben y Ribéry.

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