Cádiz | 1 | 1 | Puertollano |
La primera parte fue lo más parecido a un calvario. Los menos habituales del Cádiz parecían carentes de ingenio, y ni tan siquiera la titularidad de Wilson Cuero dio otro aire al ataque amarillo. Todos los futbolistas sabían de la intranscendencia de un duelo que casi se tomaron en algunos momentos como pachanga. A los diez minutos los amarillos se adelantaron en el marcador con un córner botado por Juanse que en el segundo palo cabeceó a gol Jose Serrano, en el que quizás pueda ser su último partido como jugador cadista.
A partir de lograr la ventaja, apenas un par de ocasiones más claras hasta el descanso. Un centro de Juanse al filo de la media hora que se paseó por línea de gol sin rematador, y un lanzamiento de Checa pegado al palo en en las postrimerías, dieron paso a un descanso más que merecido para los aficionados que incluso despidieron a sus jugadores con palmas. La lluvia hizo un paréntesis en un día encapotado para no estar presente en el duelo.
Al inicio de la segunda parte parecía que los amarillos salían con más ganas, la priemra acción fue una jugada entre Dieguito y Dioni a cuyo centro no llegó Juanse. Unos minutos después, el Puertollano lograría empatar tras un fallo defensivo que dejaba a Santacruz solo ante Gonzalo para poner el 1-1. Los marnchegos se confiaron y comenzaron a mantener la posesión del cuero. Jose movió el banquillo dando entrada a Toti por Juanse. Pero el segundo estuvo a punto de llegar en el 60' con un tiro ajustado de Antonio Moreno pegado al palo izquierdo de Gonzalo. No estaban ni mucho menos enchufados los gaditanos que no encontraban profundidad, y el Puertollano intentaba aprovechar alguna contra para llevarse los tres puntos de Carranza. La mala imagen provocó los pitos de la grada, e impidió el debut del juvenil Jaime Sánchez, que se tuvo que conformar con calentar durante media hora de la segunda parte con el primer equipo. Un tiro lejano de Moreno tras un fallo de Josemi Caballero fue lo más peligroso que dejaron los últimos minutos.
El Cádiz despide la liga de Segunda B con el deseo de no volver a ella, pero el fondo de armario de Jose González queda en entredicho tras la poca sangre que mostraron en la única oportunidad que tenían para buscar un hueco en el playoff.