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Una oleada de chascos que deja en mal lugar al Cádiz

La pobre actuación del Cádiz en la campaña que recién ha concluido obliga al club a ejecutar una revolución en sus filas. El conjunto amarillo volverá a sufrir una amplia renovación, ya que, si bien no es aconsejable que se produzcan tantos cambios en tan poco tiempo, es la única forma de que el segundo proyecto de Alessandro Gaucci cuente al menos con el beneficio de la duda.

No obstante, lo preocupante en este caso es la forma en que se están llevando a cabo las salidas. Son ya demasiados los jugadores que esperaban seguir y, de repente, se han visto fuera de la entidad. Algunos futbolistas contaban con la palabra de Raúl Agné de renovar y formar parte del próximo proyecto. Son los casos de Aulestia o Aitor, quienes manifiestan abiertamente su decepción después de que el técnico de Mequinenza les dijera que contaba con ellos, o de Adri Gallardo, quien asegura que el club le prometió un hueco si hacía goles en el Sanluqueño, algo que ha cumplido con creces.
Incluso quienes tenían pocas esperanzas de continuar en el plantel o no las tenían todas consigo, como Moke o Granell, lamentan haberse enterado por la prensa en lugar de recibir primero el aviso del club. Esta oleada de sorpresas y descontentos, sin duda, no habla bien de la manera de obrar del Cádiz en este terreno.
Se preveía que la limpia iba a ser considerable, dado el bajo rendimiento de la mayoría de integrantes de la plantilla, pero la entidad presidida por Florentino Manzano está dando una mala imagen en lo que a profesionalidad se refiere, y eso es algo que influye a la hora de que un jugador se decante por vestir de amarillo y fichar por el conjunto del Ramón de Carranza. En ocasiones, también, Gaucci se despoja de la corrección, como hizo el pasado lunes al afirmar que Pablo Sánchez está "muy quemado", y eso es algo que a los futbolistas puede resultarles molesto.
En definitiva, al Cádiz le está faltando mano para conducir la regeneración del equipo e incluso con algunos de los jugadores que acaban contrato el próximo 30 de junio está complicándose la vida, al crearles unas expectativas de continuidad que a la hora de verdad no se han cumplido. Lo cierto es que estos cambios repentinos de opinión hacen pensar que es Gaucci quien, en la confección del grupo, está moviéndose en una línea distinta a la de Agné. Ya lo dijo la pasada semana: "Raúl Agné no tendrá plenitud de poderes; dirá lo que piensa, pero la decisión final será mía".
 

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