"El partido ante el Atlético Tetuán nos costó sobre todo por el ritmo, pero competimos muy bien ante el Sevilla. Estamos cogiendo la intensidad y haciendo lo que quiere el entrenador en el terreno de juego. Lo importante es la liga", asegura Kike.
Para el ex del Salamanca, la puesta a punto en lo físico sigue siendo la asignatura pendiente: "Salimos con un ritmo muy alto y nos pasó factura en el segundo partido. Nos vaciamos en el campo, cogimos fuerza y ritmo, pero ha sido una pena no poder ganar nuestro Trofeo".
Las sensaciones en el vestuario son muy positivas tras tres semanas de trabajo: "Nos están saliendo las cosas bastante bien. El equipo se está acoplando bien y estoy convencido que estaremos con la camina engrasada para el inicio liguero". Ahora confían en terminar de enganchar a los aficionados dubitativos: "Hemos dejado buenas sensaciones a los aficionados que fueron a Carranza. Todos tenemos mucha ilusión".